José Luis Rodríguez Zapatero admitió de forma implícita que a corto plazo no hay solución al problema, por mucho que Renfe y Adif aceleren las obras del AVE y apuesten por insuflar 1.800 millones de euros en inversiones para mejorar una red ferroviaria maltrecha por el déficit acumulado de inversiones.

«No es satisfactorio», confirmó Zapatero sobre el funcionamiento en los últimos tiempos de Cercanías de Renfe en Barcelona. Zapatero respondió así a una pregunta parlamentaria del diputado de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso se interesó por conocer qué actuaciones urgentes piensa adoptar el jefe del Ejecutivo para evitar los continuos incidentes de Cercanías de Renfe en Barcelona. El presidente recordó que, a causa de ese funcionamiento insatisfactorio, el Gobierno puso en marcha en noviembre de 2006 un plan específico para la mejora de las Cercanías de Barcelona, para que en un tiempo «razonable la mejoría necesaria y obligada del funcionamiento de las Cercanías de Renfe en Barcelona sea una realidad».

Mayores dotaciones

Así, explicó que este plan incluye un «importante» conjunto de medidas que afectan a infraestructuras y atención a viajeros, con el objetivo de reducir el número de incidencias «que se vienen produciendo». Según indicó, en el plan se ha asignado una dotación adicional anual de 5 millones de euros al mantenimiento de la red, y se ha incrementado «en 35 personas las dotaciones destinadas a mantenimiento y control de la circulación».

En este sentido, añadió que se ha aumentado el parque de trenes, de forma que se consiga que a finales de este año todos los que circulen en hora punta tengan composición doble. «Mañana se incorporarán seis nuevos trenes, otros ocho durante este año, y 23 en 2008», agregó.

Sobre la atención a viajeros, subrayó que se ha creado una unidad de asistencia al viajero integrada por 212 auxiliares de seguridad y 455 agentes. Además, resaltó que se ha puesto a disposición de Renfe una «flota de autobuses de respuesta inmediata» y se ha nombrado un responsable único, dependiente del Ministerio de Fomento, para que «coordine actuaciones de Adif y Renfe al efecto».

«No negamos la realidad. Tratamos de actuar así siempre en la tarea de Gobierno, y no negamos las deficiencias que hay en Cercanías de Renfe en Barcelona, pero estamos convencidos de que el plan que hemos puesto en marcha dará a medio plazo el resultado que los ciudadanos merecen y todos esperamos», afirmó.

Duran Lleida, por su parte, dio las gracias al presidente por expresar que «es insatisfactorio el servicio», al tiempo que puntualizó que «más allá» de las medidas comentadas, es «evidente que los efectos son los que son», y recordó que el viernes pasado se produjo en Martorell lo que la prensa reflejó como «la doceava avería en lo que va de año».

En su opinión, existe un problema que sufre el usuario que tiene una proyección ya de «orden público», y recordó una interrupción de las vías por parte de 100 ciudadanos hace unos días. «También tiene una proyección de orden familiar y laboral, porque la gente llega tarde a sus trabajos, algo de lo que está harta, y se ha producido una mayor congestión del tráfico en Barcelona, que ha aumentado en un 5%», aseguró.

ERC manifestó su malestar por «el caos» que a su juicio representa el servicio de Cercanías de Renfe en Cataluña, y lo hizo retirando sobre la marcha una pregunta a la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, en la sesión de control y reiterando su deseo de que se celebre un pleno «urgente» y «monográfico» sobre la cuestión ya solicitado.

El portavoz de ERC, Joan Tardà, tomó la palabra cuando le llegó el turno de interrogar a la ministra -a quien por la mañana pidió la dimisión- y dijo que retiraba la pregunta porque el asunto requiere un pleno extraordinario. «Reclamamos debatirlo todo a fondo con el Gobierno la próxima semana», dijo el diputado.