O. C.
A mitad de la década de los 80, el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan se sacó de la manga un golpe de efecto para revitalizar el decadente programa espacial de EEUU: llevar profesores al espacio. La idea era implicar a la sociedad en la carrera espacial, y la encargada de hacerlo fue la maestra Christa McAuliffe.
El proyecto duró muy poco, se desvaneció al tiempo que el transbordador espacial Challenger se desintegraba en el aire con sus integrantes, entre ellos la profesora, a bordo. Su entonces sustituta, Barbara Morgan, acaba de ser ahora seleccionada para volar al espacio a bordo del Endeavour a finales de este año, y se convierte así en la primera de una nueva generación de Educadores Astronautas de la NASA.
Morgan fue seleccionada entre más de 12.000 aspirantes como candidata para el programa de Profesores en el espacio de la NASA en julio de 1985, y desde entonces hasta enero de 1986 entrenó junto a Christa McAuliffe y el resto de la tripulación del Challenger en Houston. Finalmente, fue su compañera la elegida para inaugurar el programa y, tras el accidente, Barbara asumió sus funciones de sustituta en el programa para recorrer EEUU hablando con organizaciones educativas de todo el país sobre la NASA.
Barbara nunca abandonó su sueño de volar al espacio, así que en 1998 fue seleccionada por la NASA como la primera Astronauta Educadora, un programa similar con el que la agencia quería retomar el impulso a los viajes de civiles al espacio. Tras dos años de duros entrenamientos, Barbara logrará su objetivo con el Endeavour.
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