C. AIMEUR
Miquel Navarro (Mislata, 1945) se encuentra en Santander donde está ultimando «una gran escultura», dice, que instalará en breve en Murcia. Para este año tiene previsto ubicar dos obras en sendas ciudades españoles y un tercer proyecto que quiere guardar en silencio. No recuerda cuántas ha instalado por toda España, calcula que una veintena. Una de ellas, el Parotet, la escultura pública más alta de Valencia, ya es un icono de la ciudad y se usa como imagen en mapas y guías. Navarro ha sido el encargado de crear la nueva estatuilla para los premios Valencianos del Mundo que se entregarán el 29 de marzo en el Palau de les Arts de Valencia.
Pregunta.- ¿En qué se ha inspirado a la hora de crear la figura del premio?
Respuesta.- Formalmente hay una figuración que remite a un barco, pero tiene algo de antropomorfo. Tendrá una velita, un mástil y todo, pero su forma será especial, con un cierto esquematismo, que es mi particularidad, mi sello.
P.- La mención al cuerpo humano es una constante en su obra.
R.- La estatuilla tendrá esa combinación, esa reminiscencia, pero parecerá y recordará a todos los efectos un barco. Me resulta difícil explicar dónde está la peculiaridad que le diferenciará de un barquito realista.
P.- ¿Por qué un barco?
R.- He hecho muchos en mi vida. En los años 70 ya los hacía. La verdad es que siempre me han gustado. En la exposición retrospectiva del IVAM se podían contemplar algunos que tenía realizados en cerámica. El mar forma parte de la vida de los valencianos.
P.- Ahora, con la inminente Copa América, parece más oportuna esa querencia.
R.- Sí, tiene más sentido... común (risas). Es más lógica. Estoy contento de cómo está quedando la obra.
P.- Será de color azul, como el Parotet, su tótem de Valencia.
R.- Es un color que voy alternando y combino con el rojo. Según el momento utilizo el azul o apuesto por otro material.
P.- ¿Cuántas esculturas ha hecho de premios?
R.- Creo recordar que ésta es la quinta vez. También he hecho alguna serie para algún banco, como los Parotet .
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