Todo arrancó en la mañana del pasado martes, cuando Clos alertaba por sorpresa a la opinión pública que no había que dar por ganador al grupo alemán E.ON y, horas después, la italiana Enel confirmaba su entrada en escena en un intento claro de bloquear el paso a los alemanes. ¿Sabía demasiado Clos? Gobierno y PSOE se esforzaron ayer en salvar la figura del ministro de Industria. «Es una mera coincidencia», afirmaron a este diario fuentes gubernamentales, negando que Clos tuviera información de lo que preparaba Enel. «Lo podría haber dicho cualquier ciudadano que lea la Prensa», llegó a disculpar el secretario general de Energía, Ignasi Nieto. en el Senado.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, fue aún más lejos y adornó a Clos con una cualidad, la intuición. En una comparecencia organizada por Europa Press, Blanco afirmó: «con sus declaraciones, el ministro de Industria demuestra que tiene una gran intuición, porque información no tenía ninguna». En su opinión, Clos ha demostrado «gran capacidad de anticipación».

«Tenemos un Gobierno cargado de intuición e iniciativa y así le va bien a España», concluyó Blanco. El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, ironizó sobre el comentario del secretario de Organización del PSOE. «Nunca he creído que Clos tuviera tanta intuición, aunque no sé si tendrá razón Blanco o no», precisó.

El que no se cree ni una palabra sobre el sexto sentido de Clos fue el secretario de Economía en la Ejecutiva del PP, el ex ministro Miguel Arias Cañete. «El ministro de Industria, Joan Clos, ha mentido a los españoles y el señor Blanco es un cínico», afirmó en un comunicado. «Primero, Clos nos anuncia cambios en la operación de Endesa, después desmiente que tenga información a ese respecto, mientras esa misma tarde se conoce la orden de compra de Enel de un paquete de acciones de Endesa», subrayó.

Así que pidió al titular del Ministerio de Industria «que no siga interviniendo en la economía española, que deje de utilizar su poder de forma abusiva, que respete los intereses de los accionistas de Endesa y que no abra la puerta del consejo de administración de la mayor eléctrica española a un Gobierno extranjero».