JOHN MÜLLER
José Manuel Entrecanales, el presidente de Acciona, definió su entrada en Endesa en septiembre de 2006 tal como lo hacen en la City: «Fue un dawn raid (incursión al amanecer)». Esta consiste en que un comprador instruye a varios brokers para que, nada más abrir el mercado, adquieran todas las acciones posibles de una compañía antes de que ésta se dé cuenta de que es blanco de una compra hostil. En rigor, lo de Entrecanales fue un dusk raid (incursión al anochecer) porque la orden se dió por la tarde, tras el cierre de la Bolsa.
Los italianos, en cambio, dicen que ellos han lanzado «un blitz» sobre Endesa. Utilizan así la palabra alemana para rayo, famosa por formar parte del término blitzkrieg (guerra relámpago). Aparte del nombre, del precio y de tratarse de una empresa participada por el Estado italiano, Enel ha calcado la operación que realizó Acciona el año pasado, sólo que en un momento en el que E.ON no puede reaccionar (la otra vez subió su oferta a 35 euros) y su posición es muy vulnerable. La eléctrica germana está atrapada en su políticamente correcta Angebot (oferta) sin apellidos. ¿Habrán tropezado otra vez los alemanes con la misma piedra?
Después de un año y medio de OPA, resulta difícil creer que queden muchas acciones de Endesa sin localizar. Prueba de ello es que Enel ordenó su blitz a las 18.26 horas del martes y a las 18.55 ya tenía el 9,9% de Endesa. Son 29 minutos que mejoran mucho los 55 que le tomó a los brokers del Santander adquirir el primer 10% de Endesa que encargó Acciona. Eso demuestra que la situación del accionariado de Endesa está muy consolidada y resulta difícil creer que, a estas alturas, los técnicos de E.ON no sepan exactamente qué paquetes se mantienen leales y cuáles no. Por debajo del 5% no hay que declarar las participaciones a la CNMV y esa línea de flotación puede esconder muchos submarinos, en cuyas tácticas los alemanes fueron maestros.
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