Han bastado dos jornadas para que se hayan esfumado prácticamente todas las ganancias acumuladas en los dos primeros meses del año. La Bolsa española vivió otra sesión turbulenta, que se saldó con una caída del 1,1% en el Ibex 35. Entre el martes negro y ayer, el principal indicador bursátil ha perdido más de 600 puntos, un 4,1%, con lo que queda en 14.248. Febrero se salda con una bajada del 2%, el primer descenso mensual desde mayo del año pasado.
El nerviosismo y la incertidumbre presidieron la sesión bursátil. Las Bolsas europeas abrieron conmocionadas por la fuerte caída sufrida el martes por Wall Street. El Dow Jones de Industriales perdió un 3,3%, la mayor caída desde los atentados del 11-S, afectada por el desplome del mercado chino, las dudas económicas y el intento de atentado en Irak contra el vicepresidente de EEUU, en Irak, Dick Cheney.
El desplome de la plaza de la ciudad de los rascacielos pasó a un primer plano mientras los inversores perdieron interés por China, que ayer, tras del desplome del 9% del martes, experimentó un pequeño repunte.
Grandes y pequeños inversores se lanzaron a vender en las plazas del viejo continente, temerosos de que éste sea el inicio de una fuerte corrección. Y, pese a que Wall Street abrió en positivo, la corriente vendedora prosiguió en este lado del Atlántico hasta el último segundo de la sesión.
Las plazas europeas cerraron con recortes de más del 1,5%, con lo que acumulan una caída del 4% en dos días. Por el contrario, las Bolsas de la ciudad de los rascacielos experimentaron moderados repuntes. El Dow Jones de Industriales mantuvo durante casi toda la sesión avances que rondaron el 0,7%. Unas subidas que estuvieron impulsadas por el mensaje tranquilizador lanzado por el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, quien ratificó su previsión de un crecimiento económico moderado en 2007 para la primera potencia del globo y restó importancia a la fuerte caída sufrida en Wall Street el martes.
«Sin duda, los inversores hallaran atractivos precios tras la ola vendedora», afirmó el timonel de la política monetaria estadounidense.
El mercado neoyorquino llevaba varios meses de subida continuada, sin una corrección sólida, por lo que los analistas estiman que es normal que ahora haya caído. El problema es la brusquedad con la que lo ha hecho, algo que desata la incertidumbre entre los inversores. «Esto ha sido un toque de atención para que aflojemos el pie del acelerador, íbamos muy rápido», señala Michelle Jayman, de AC Consulting.
Los primeros bancos de inversión del mundo como JP Morgan, Citigroup y UBS aconsejaron ayer no caer en la fiebre vendedora y mostraron su confianza en una próxima recuperación de los mercados.
«Hemos hecho buena parte de la corrección en sólo dos días, pero probablemente aún queden más caídas en las próximas jornadas», afirma Juan Cueto, director de Estrategia de Ibersecurities.
Actividad histórica
Curiosamente, la sesión de ayer fue la más activa de los 175 años de historia de la Bolsa española, al negociarse acciones por un total de 14.578 millones de euros. A lo largo de la sesión, el movimiento bajista fue de más a menos. El Ibex 35 llegó a retroceder un 2,34% y estuvo a punto de perder la cota psicológica de los 14.000 puntos, una cifra que toma más relevancia si tenemos en cuenta que hace sólo unos días este índice estuvo a un paso de alcanzar el nivel histórico de 15.000 puntos.
«Toca recogida de beneficios. No hay que olvidar que hemos subido mucho en poco tiempo y que 2006 se cerró con una ganancia del 31%», explica Dionisio Peláez, broker de la firma GPM.
