Amelia trabaja en una sala de conciertos. Llega a casa de madrugada y estaciona su vehículo en una zona azul. Su madre, Amparo Santiago, no la despierta a pesar de que está al llegar la hora en la que empieza a funcionar el parquímetro. Amparo lo ha estado haciendo durante un año y, cansada de esta rutina, se ha metido a fondo dentro del movimiento ciudadano que está en contra de los parquímetros en las zonas periféricas de Madrid. Los afectados realizarán el próximo sábado una manifestación.
Amparo vive en Tetuán. Asegura que nunca en su vida tuvo nada que ver ni con actividades ciudadanas, ni políticas. «Ni en el tiempo en el que estudiaba en la universidad, y, vamos, que esa época era de política pura», advierte. Sólo un problema personal, derivado de una decisión del Gobierno local, la llevó a aliarse con sus vecinos para protestar.
«Me uní en las manifestaciones del barrio del Pilar, hace un año, cuando empezó esta medida. Me dio vergüenza que en nuestra zona no tuviéramos una organización como la de ellos. Ahora ya somos muchos», explica. Su meta es que el Ayuntamiento de Madrid revoque su decisión de instalar parquímetros en los barrios fuera de la zona de la M-30, como Tetuán-Ventilla, Fuencarral, Hortaleza o Carabanchel Alto.
«Que sepan (la gente del ayuntamiento) que no nos van a vencer por cansancio. Nuestra lucha es inasequible al desaliento. Es más fácil que ellos se cansen de nosotros», agrega Jesús Otero, vecino del barrio de La Paz y miembro de este movimiento ciudadano, quien habla con vehemencia y palabras propias de quien se dedica a escribir. Es más, acaba de publicar un libro titulado: La guerra de los parquímetros, que lo vende a 10 euros y sirve para pagar los gastos de la Plataforma Antiparquímetros, que es el nombre de este grupo.
«El parquímetro ha hecho que los abuelos ya no visiten a sus nietos, y que hayan desaparecido pequeños comercios», explica Amparo Santiago. En eso coincide Pedro Casas, vecino de Carabanchel Alto, quien cree que es una de las pocas ocasiones en las que los comerciantes se han unido a los vecinos de una zona. «Siempre ha habido problemas porque suben el precio de las cosas, pero esta vez hay unión», afirma.
De momento, la plataforma ha logrado conseguir 48.490 firmas, que piden la retirada de los parquímetros de las zonas periféricas. «Aun así, le hemos pedido al ayuntamiento que nos dé una sola firma de apoyo a este proyecto. Nunca hemos recibido contestación», agrega Pedro Casas, quien cree que su lucha ha servido para que en otras zonas, como la del casco histórico, se levante el uso del parquímetro para los residentes. Algo que los miembros del grupo consideran «beneficios colaterales» de su trabajo de un año.
MARCHA CONMEMORATIVA
La Plataforma Antiparquímetros anunció que el sábado, con motivo de cumplirse un año de la implantación del SER, realizará una marcha que recorrerá el siguiente trayecto: Plaza de Callao, Preciados, Sol, y Plaza de la Villa. La movilización se iniciará a las 18.30 horas.
Los miembros de la Plataforma dicen que por su actividad se les ha iniciado 10 juicios. Nueve de ellos ya han finalizado en sentencias absolutorias y una tiene un fallo condenatorio que ha sido recurrido.
La Plataforma ha convocado 124 concentraciones masivas. Han realizado 25 actos para «pintar» los parquímetros y han distribuido 16.000 tarjetas de invitación a sus actos de lucha.
45.000 MULTAS Y 4 MILLONES DE EUROS
Los miembros de la Plataforma Antiparquímetros plantean que la concesión del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) debe terminar, porque la empresa adjudicatoria ha incumplido al no reponer varios parquímetros que no funcionan por estar en mal estado. «Esto sería suficiente para terminar con el contrato», dijo Emilia Lozano, del barrio de Hortaleza. Según la Plataforma Antiparquímetros, al cumplirse un año del contrato, es imposible que el Ayuntamiento deje a un lado todas las protestas y que no haga una auditoría completa.
Hasta el momento, según los datos que ha proporcionado la Plataforma Antiparquímetros, el sistema ha generado 45.000 multas que han proporcionado cerca de 4 millones de euros. De ellas, 21.000 están recurridas y 11.500 han prescrito ya.
Los miembros de la Plataforma han decidido acudir a la presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para que sirva de mediadora entre los ciudadanos que se oponen a los parquímetros y el Ayuntamiento de Madrid.
