Jueves, 1 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6283.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quiénes son sus amigos (Fénelon)
 MADRID
Sexo en Madrid
De cintura para arriba
SILVIA GRIJALBA

Cuando entraban en un sitio de la mano, Lorena notaba las miradas. No eran descaradas, ni siquiera desafiantes, pero estaba claro lo que la gente pensaba. Al principio le daba rabia y ganas de gritar que no era lo que parecía... Pero después de un tiempo y de una conversación al respecto con Alberto, se dio cuenta de que aquello era humano. «¿Tú qué pensarías si vieras aparecer a una modelo guapísima, de 30 años, como tú, de la mano de un señor de 75 años, con pinta de tener mucha pasta, como yo?». Lorena balbuceó un «pero no es lo mismo...» e inmediatamente bajó la vista y reconoció que ella habría pensado exactamente lo mismo que el resto del mundo, que lo suyo era un simple intercambio comercial: ella ofrecía lozanía, belleza y juventud y Alberto, dinero.

Publicidad
En el fondo, pensaba Lorena, todo el mundo cuando se enamora está intercambiando algo. Ella, si se ponía en plan psicólogo de andar por casa, seguramente buscaba en Alberto protección, al padre que nunca tuvo porque murió cuando ella tenía cinco años, seguridad, alguien a quien admirar y, sí, seguramente también posición social, pero ¿por qué era eso peor que buscar en el otro belleza, sexo o un compañero para no quedarse sola? Ella estaba enamorada, más enamorada que nunca en su vida y Alberto estaba claro que también, así que no le importaba nada más.

Lo único que estropeaba, sólo un poco, su felicidad eran determinados gustos sexuales de Alberto. En su primera noche de amor (bueno, de sexo, pero con amor) él le había dicho que tenía un problema de impotencia, sin solución, ni el Viagra ni nada se lo solucionaba. Ella le respondió que daba igual, que el sexo no se limitaba al coito y que las manos y la boca e incluso los juguetes eróticos eran magníficos sustitutos. Aquella noche, Lorena disfrutó muchísimo, pero, una semana después, Fernando le dijo que tenía que contarle un secreto, que a él lo que le excitaría de verdad era verla hacer el amor con otro hombre.

Lorena al principio se negó, aquello le parecía espantoso, pero Fernando insistía e insistía y a ella le daba miedo perderle, así que pensó que por probar no pasaba nada. Llamaron a una agencia que encontraron en internet, www.get-escort.com, que tenía tarifas que iban de los 700 euros por tres horas a 3.800 por dos días, y probaron. Para Lorena la experiencia fue nefasta. Intentaba olvidarse de que estaba con otro hombre, de que su amor estaba mirando... pero no conseguía disfrutar. Alberto parecía que sí, así que un par de semanas después, cuando le volvió a proponer que llamaran a la agencia, Lorena mintió y le dijo que sí.

Así estuvieron dos meses, pero Lorena ya no podía más y un día, cuando Alberto le volvió a decir que si llamaban al «acompañante», ella le dijo que no, que no podía hacerlo más y que, si eso iba a suponer un problema y decidía dejarla, lo entendía, pero que era incapaz de seguir así. A Alberto se le saltaron las lágrimas y la abrazó. Le explicó que para él era una auténtica tortura, que estaba sufriendo muchísimo, pero que pensaba que ella tenía unas necesidades y que no quería que dejara de tener un sexo placentero por su culpa y menos que terminara dejándole por otro que pudiera hacerle el amor. Aquella misma tarde fueron a Los Placeres de Lola (Doctor Fourquet, 34) y compraron un dildo, un arnés y diversos artilugios. Al final los tienen guardados en el cajón porque Alberto se basta y se sobra con partes de su anatomía que están de cintura para arriba.

silviagrijalba@mixmail.com

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad