ARicardo Vaca le gusta la televisión, la analiza y disecciona hasta extremos insospechados en sus columnas, muchas de las cuales aparecen en el libro que acaba de publicar: El ojo digital. No es asunto baladí cuando estamos pegados a ese singular aparato durante tantas horas.
Pregunta.- ¿El ojo digital es la forma moderna de meter el dedo en el ojo?
Respuesta.- (Risas) Bueno, al menos de fijar la idea conceptual en el lector de lo que es el análisis, la sociología televisiva.
P.- La palabra audiencia es un poco truculenta.
R.- Para empezar, es femenina. Y todo lo femenino es plural, enigmático, al mismo tiempo muy transparente, camaleónico y siempre inesperado.
P.- ¿La audiencia es un animal?
R.- Es un cuerpo doctrinal. La audiencia sorprende mucho. Incluso a aquellos que eligen esos programas.
P.- ¿Pero es predecible?
R.- En algunos casos, la audiencia se comporta de manera muy racional. Fundamentalmente a través de la edad. La edad es el segmento distintivo de la audiencia. Y también hay cosas muy curiosas. Por ejemplo, Canarias es la comunidad que menos tiempo consume de televisión de toda España y además es la más afín a las telenovelas.
P.- ¿Y Madrid?
R.- Madrid tiene un consumo elevado y todo es afín a Madrid. Cualquier madrileño escoge cualquier cosa. No por las señas de identidad, sino porque le gusta, sencillamente. Aquí en Madrid, en la capital federal, todo es compatible.
P.- ¿Es buena la actitud que hay ante el televisor?
R.- Salvo dormir y trabajar, ver televisión es lo más importante. Le dedicamos de media tres horas y tres cuartos diarios durante los 365 días, que sería casi dos meses al año viendo televisión. No hablamos con nuestra pareja tanto tiempo, ni se lo dedicamos a aprender inglés o chino. Es mimética: somos lo que sale por la tele.
P.- ¡Qué frase!
R.- Me gustaría que no fuera cierto, pero es la verdad. La globalización existe gracias a la televisión, que hace que Nueva York o Irak estén en la sala de estar.
P.- ¿La audiencia es carnívora?
R.- Sí, sí, y depredadora. Todos hemos visto a grandes mitos de la televisión que ante una mala audiencia se vienen abajo. Y nadie sabe con certeza cómo va a actuar. Eso es lo bonito también de este negocio. No hay ningún otro negocio que tenga el escrutinio que tiene la televisión.
P.- La presión es terrible.
R.- Es brutal. Y lo sabes minuto a minuto. Y conoces además quién se ha ido y a dónde se ha ido, lo cual es demoledor.
P.- Con lo bien que se vivía en la ignorancia...
R.- En el canal único (risas).
P.- La televisión, pues, se ha convertido en el mejor amigo del hombre.
R.- Digamos que es la mejor compañía para un mundo muy duro.
P.- ¿No es una droga?
R.- Buenooo... Es adictiva. La nicotina de la televisión existe, pero también hay que plantearse si no vemos televisión para no vernos a nosotros mismos. Desgraciadamente, esto es así. Existe el on y el off, pero es un ejercicio difícil.
P.- La audiencia está formada por espectadores, pero a las cadenas les importa más la audiencia que los espectadores, ¿no?
R.- Estoy convencido, desgraciadamente, de que sí. Hay que conquistar al espectador y, como consecuencia, poner una publicidad muy costosa para rentabilizarlo. Hacer televisión es dificilísimo y costosísimo. Hace falta un músculo financiero importante. Por eso se quitan y se ponen programas. Para no perder publicidad.
P.- ¿Son las cadenas las que imponen sus productos al espectador y no al revés?
R.- Antes la televisión contaba la vida, hoy la inventa. La vida habla de lo que dice la televisión.
P.- ¿Cuál es el papel que asigna a la televisión pública?
R.- Soy de los pocos que opinan que no debería tener publicidad. Pero sin renunciar a la audiencia.
P.- Y habría que pagar un canon.
R.- También soy de los pocos partidarios. Es antipopular y antitodo, pero yo creo en el Estado. Creo en la educación pública, la medicina pública, en las infraestructuras públicas y también en la televisión pública. ¡Sin haber trabajado nunca en ella!
P.- Se protesta mucho, pero en España se hace buena televisión.
R.- Sí. Pondré un ejemplo: Aquí hay tomate está fenomenalmente hecho. Desde la narrativa televisiva está fenomenal. Luego te podrá gustar más o menos el contenido. Y el Sardá era magnífico: el tempo, los personajes, era un teatro maravilloso. La televisión que se hace en España, por lo general, es estupenda.
RETRATO
Origen. Madrid, 1954. Currículo. Director de diversas emisoras de radio, sociólogo televisivo, reciente premio Talento de la ATV, preside en la actualidad una asesoría y consultoría de medios de comunicación. Aficiones. «Cada vez más la música clásica. De joven cantaba música suramericana con mi guitarra: Quilapayún, Atahualpa, Víctor Jara... Era uno joven. Y he descubierto recientemente el yoga. Y también el buen vino...». Debilidades. «Ésas son todas». Virtudes. «Soy emprendedor, tengo empuje. Sin pasión no se puede hacer nada». Defectos. «Me gusta ser muy serio, y en esta sociedad... Además, soy impulsivo y exigente».