«Las campañas de concienciación llevadas a cabo en Francia en 2003 lograron que el número de muertos en carretera se redujese en un 21%. Con la introducción de los radares, y en Francia hay 1.500, la bajada media anual ha sido de tan sólo un 4% al año», agrega.

Lucas también señala que el Centro de Tramitación de las Sanciones Automáticas, anunciado el lunes por el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, no servirá más que «para solucionar un problema de medios y personal de la DGT, pero no para mejorar la seguridad vial». «Todas estas medidas», agrega, «tienen caducidad y en poco tiempo las cosas vuelven a ser como antes».

Comenta cómo en Francia «los radares estaban destinados a luchar contra los conductores que de forma reiterada circulaban a alta velocidad. Hoy en día, el 95% de las sanciones se imponen por excesos de velocidad que no llegan a los 20 km/h. Así lo denuncian los clubes franceses de automovilistas».

Según Lucas, «en España está sucediendo algo parecido. El dinero que se destina al Centro de Tramitación de León debería destinarse a un Centro Nacional sobre la Seguridad Vial. Recaudará menos, no cabe duda, pero ayudará a reducir de forma efectiva el número de muertos en carretera».

En parecidos términos se pronuncia Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados. También él se muestra partidario de «incrementar la presencia policial en las carreteras».

Recuerda que «el PSOE promete en su programa electoral incorporar 1.000 nuevos agentes cada año a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y hasta ahora la plantilla tan sólo ha crecido en 250 guardias. La experiencia demuestra que no se puede sustituir la presencia policial por máquinas».