Prodi aún tendrá que someterse el viernes a la moción de censura en la Cámara de los Diputados, pero allí la mayoría con la que cuenta es tan aplastante que no tendrá ningún problema en salir airoso del trago.

El verdadero escollo se encontraba en el Senado, un obstáculo que sin embargo Il Professore consiguió superar ayer. Con el apoyo inestimable, eso sí, de cuatro de los siete senadores vitalicios, del senador independiente italo-argentino Sergio Pallaro (elegido por la circunscripción de los italianos en el exterior), de los dos senadores comunistas rebeldes que la semana pasada se negaron a apoyar la política exterior del Gobierno contribuyendo a su caída y de Marco Follini, un demócrata cristiano que ha sido reclutado por la coalición de centroizquierda.

Sin su ayuda, Prodi no lo habría conseguido. Y menos después de que los senadores vitalicios Giulio Andreotti y Sergio Pininfarina se abstuvieran (que en la práctica equivale a votar en contra) y Francesco Cossiga le diera un rotundo 'no'.

Una vez más, la sombra de las parejas de hecho planeó sobre la votación. De hecho, poco antes de que tuviera lugar el trascendental dictamen, las uniones de convivientes volvieron a convertirse en amargo objeto de disputa, enfrentando a los que consideran que el Ejecutivo de Il Professore debe cumplir con su promesa electoral de aprobar una ley que conceda algunos derechos a las parejas (homosexuales y heterosexuales) con aquéllos que abogan por que desista definitivamente de ello. Prodi, que desde que se desatara la semana pasada la crisis de Gobierno había evitado en todo momento pronunciarse sobre el tema, se refirió por fin al asunto durante su alegato final ayer en el Senado, poco antes de someterse a la moción de censura.

Y aseguró que, con la aprobación el 8 de febrero por parte del Consejo de Ministros del proyecto de ley de parejas de hecho y su consiguiente tramitación parlamentaria, el Ejecutivo daba por cumplido su compromiso al respecto. «Un tema así de delicado debe de ser afrontado de modo serio y sin conclusiones previas, dejando siempre un margen a la libertad de conciencia», aseguraba. Unas palabras que, sin embargo, no parece que vayan a poner fin a las fuertes divisiones sobre la cuestión en la coalición de centroizquierda que lidera Il Professore...

Retirar el proyecto

«Si nosotros debemos cumplir con la disciplina de partido en lo que respecta a Afganistán, la misma también debe de aplicarse a los DICO (proyecto de ley de uniones de convivientes)», exigía por ejemplo Russo Spena, portavoz en el Senado de Refundación Comunista, subrayando que si la extrema izquierda debe tragar con una misión a la que se opone frontalmente también debería exigirse lo mismo respecto a las parejas de hecho a los democristianos que se sientan en el Ejecutivo. «Sobre los DICO existe una fuerte presión para que Prodi deje de lado el proyecto de ley. Pero el texto está ya en la comisión de Justicia del Senado y retirarlo sería incorrecto».

Sin embargo, Clemente Mastella, ministro de Justicia y líder del partido democristiano Udeur, abogaba precisamente por lo contrario: por que el Gobierno retire definitivamente de su agenda parlamentaria el controvertido proyecto de ley de parejas de hecho. «Algunos hablan de la intransigencia del Papa y de la Iglesia al respecto. Nosotros somos laicamente intransigentes con un proyecto de ley que no compartimos y ante el cual, sin hacer guerra de religiones, haremos todo lo posible para evitar que sea probado», prometía ayer.

La decisión de Andreotti de no votar ayer en moción de confianza, después de que en los días previos había asegurado que apoyaría al Gobierno y sabiendo que una abstención equivale de hecho a un voto negativo dada la exigua mayoría del Ejecutivo en la Cámara Alta, parece también motivada en la negativa de Il Professore a admitir la retirada explícita de la ley de parejas de hecho del programa del Gobierno.

Prodi sí contó sin embargo con el apoyo del senador comunista Franco Turigliatto, uno de los dos miembros de la coalición que contribuyeron a hacer caer al Gobierno. Pero Turigliatto dejó muy claro que no apoyará al Gobierno cuando se vote la refinanciación de la misión italiana en Afganistán, ni siquiera si el Gobierno decide unir la misma a una moción de censura en un intento por asegurarse el apoyo de todos los miembros del centroizquierda.