Jueves, 1 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6283.
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En el nombre de la patria... europea
El nuevo jefe del Estado Mayor de la UE toma posesión de su cargo, con poderes limitados
M. R.. Corresponsal

BRUSELAS.- Bajo un arco azul iluminado y al son de los trombones de la banda, una cincuentena de militares desfilan ante su nuevo general. Uniformados y con los dedos en la visera, escuchan la Oda a la Alegría, que pone firme también a algún diplomático disciplinado. La ceremonia -solemne, aparte de la tardanza de alguno de los oradores- celebra la toma de posesión del jefe del Estado Mayor de la Unión Europea, sin Ejército, pero con sueños de tener algo parecido cuando los británicos bajen la guardia.

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Justamente un inglés, el general David Leakey, sucede al francés Jean-Paul Perruche, quien se ha ocupado desde el año 2004 de asesorar a Javier Solana, jefe de Política Exterior de la UE, en las nacientes operaciones comunes.

El director general del Estado Mayor es un consejero y no cumple con las funciones tradicionales de su cargo, entre otras cosas por el bloqueo del Reino Unido, partidario de que sólo la OTAN sea el brazo militar europeo y uno de los pocos comunitarios que gasta más del 2% de su PIB en Defensa.

Hasta hace sólo unos años, era inconcebible ver militares por los pasillos de las instituciones europeas; ahora, los uniformes en nombre de la UE son cada vez más abundantes, por su participación directa o indirecta en una docena de operaciones civiles y militares, en Darfur, Gaza, Congo o Bosnia. Sólo el año pasado, cerca de 10.000 europeos participaron en 10 operaciones.

La Alianza Atlántica, inquieta por la competencia, presiona para que la Unión sólo se encargue de la parte civil y, sobre todo, de la financiera, como en Afganistán o en Kosovo. En la región serbia que aspira a la independencia, la UE desplegará la mayor misión civil de su Historia, con cerca de 1.500 personas, incluidos unos 600 policías, pero las fuerzas de la OTAN se quedarán hasta asegurar cierta estabilidad en la zona.

Solana presentará hoy más detalles de este despliegue ante los ministros de Defensa de los Veintisiete en una reunión en Wiesbaden.

Entre las estrellas del debate se encuentra también la embrionaria Fuerza de Reacción Rápida, que empezó a funcionar el pasado 1 de enero con batallones de entre 1.500 y 2.000 soldados europeos, muy entrenados y listos para ser desplegados en cualquier conflicto mundial en menos de 15 días (cada semestre hay dos de guardia). El trío de presidencias de turno del próximo año y medio, Alemania, Portugal y Eslovenia, ha propuesto reforzarlos para que sean capaces de maniobras terrestres y aéreas.

Además, la UE está ahora tratando de integrar sus células civiles y militares para crear un gran cuartel de planificación civil en una operación que también puede abrir la puerta a que, un día, exista un jefe militar paralelo con poderes efectivos. Leakey llega así en un momento de transición, en que la política de Defensa común pasa «de la adolescencia a la madurez», como comentó ayer el general Henri Bentégeat, presidente del comité militar que representa a los 27 ejércitos europeos.

La primera misión que deberá examinar Leakey será la reducción de tropas en Bosnia de 6.500 a 2.500, por la retirada, en particular, de los soldados británicos de la fuerza europea (Eurofor), donde España participa con casi 500 militares. La representación civil de la UE debía terminar en junio, pero acaba de ser extendida hasta mediados de 2008 por los riesgos de una crisis contagiosa en Kosovo. Aun así, los militares insisten en que la «madurez» bosnia permite la reducción este año de sus fuerzas al servicio de la OTAN. «Siempre nos queda la posibilidad de llamar refuerzos en caso de emergencia», dijo el general Perruche.

Interrogado sobre la presión del Reino Unido para la retirada, Leakey, ex comandante de Eurofor, subrayó que no representa a su país. «Nunca he llevado la insignia británica en mi manga, también en Bosnia llevaba sólo la europea», explicaba el general, mientras mostraba su uniforme.

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