La conferencia podría abrir la vía del diálogo entre EEUU y Siria e Irán, dos países a los que Washington denuncia como instigadores de la violencia en Irak, acusación que ambos rechazan. La participación estadounidense ya ha sido confirmada, al igual que la siria, mientras que Teherán aún está considerando la invitación.

El gabinete de Maliki aseguró que ha enviado formalmente las invitaciones para la reunión del 10 de marzo a los países vecinos: Egipto, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido-, así como a la Liga Arabe y a la Organización de la Conferencia Islámica.

«Esperamos que el encuentro otorgue respaldo político al Gobierno de unidad nacional para proporcionar la seguridad y estabilidad que ayuden a la reconciliación nacional en Irak», señaló en un comunicado la oficina de Maliki.

Alí Lariyani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, aseguró que el régimen de los ayatolás está sopesando la invitación. Funcionarios iraníes habían asegurado previamente que Teherán no estaba interesado en entablar discusiones antes de que las tropas estadounidenses se hayan retirado de Irak. «Para ayudar a resolver los problemas en Irak, Irán hará todo lo posible. Iremos a la reunión si [llegamos a la conclusión] de que es en interés de Irak», dijo el principal negociador nuclear iraní, según la televisión estatal.

«Dirección correcta»

La agencia siria de noticias sí confirmó la presencia de funcionarios sirios. «Dialogar con EEUU sobre Irak es un paso parcial en la dirección correcta. Todos los problemas de la región están conectados», dijo un funcionario del Ministerio de Exteriores a Sana.

Su homólogo iraquí, Hoshiyar Zebari, aseguró que el encuentro, inicialmente de medio nivel, será una oportunidad para que las potencias occidentales y regionales hallen puentes por encima de sus diferencias en Irak. En abril se espera que se convoque otra reunión, esta vez a nivel ministerial, según Washington.

El vicepresidente Tareq al-Hashemi, una figura fundamental para la minoría suní de Irak, se reunió ayer con el embajador iraní y anunció que visitará Irán a comienzos de marzo. Por su parte el Departamento de Estado norteamericano no descartó la posibilidad de que funcionarios estadounidenses mantengan contactos bilaterales con iraníes en los trabajos suplementarios de la conferencia. Mientras, sobre el terreno y pese al plan de seguridad lanzado por el Gobierno, un coche bomba mataba ayer a 10 personas y hería a 21 cerca de un mercado de la capital iraquí, según la policía.