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| Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quiénes son sus amigos (Fénelon) |
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| Impresiones |
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| Una mala asignatura, una protesta peor |
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Alrededor de una treintena de asociaciones -de la Concapa al Foro de la Familia pasando por la patronal Cece y otras organizaciones menores- plantearon ayer diversas acciones de protesta contra la materia de Educación para la Ciudadanía, que se empezará a impartir en España a partir del curso que viene. Por medio de un escrito, critican el «carácter adoctrinador de la asignatura» y el hecho de que el Ministerio de Educación haya «cerrado de manera unilateral cualquier posibilidad de negociación o diálogo» en torno a ella. No podemos estar más de acuerdo en el análisis. El Gobierno no debería haber introducido una asignatura nueva en el currículum educativo sin el consenso de toda la comunidad educativa y de los dos grandes partidos. Al hacerlo, ha creado innecesariamente un nuevo motivo de conflicto con un amplio sector de la sociedad. Sin embargo, así como compartimos el diagnóstico de las asociaciones, debemos discrepar nítidamente de su plan de acción. No sólo proponen que los docentes se nieguen a impartir las clases de la nueva materia, sino que alientan a los alumnos a no asistir a ellas. Un llamamiento a no aplicar una ley democrática es siempre irresponsable, pero lo es aún más en este caso, pues socava la ya de por sí maltrecha autoridad del profesor en las aulas. Como bien dijo ayer la ministra Cabrera, si creen que la ley vulnera sus principios, lo que deben hacer es ir a los tribunales.
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