Columna Edicions se fundó hace más de 20 años. Concretamente, en 1985. Diez años después fue absorbida por Planeta y sellos satélites como Viena Edicions se encontraron con la puerta cerrada por dentro. Así que tuvieron que escoger entre abrir otra puerta o quedarse fuera del negocio. Viena Edicions optó por lo primero.Una década después de su salto al vacío, publica un centenar de libros al año y cuenta con más de un best seller en su catálogo.Está especializada en temas de no ficción pero también se atreve con la poesía y la narrativa. «Hacemos lo que nos gusta», dice Isabel Monsó, codirectora de la editorial.
Además de Isabel y Enric Satué, el otro director del sello, trabajan en Viena Edicions tres personas. «Participamos todos en todo el proceso del libro. Lo hacemos todo de manera muy artesanal», explica Isabel. ¿Y qué es lo que hacen? Ojo al dato: tienen un total de 18 colecciones (y subiendo). Estas colecciones están divididas en cinco categorías: No ficción (donde se encuentran las colecciones Helios, Oxigen, Sinergia, Carta Blanca, Milhojas y Guías), Imagen y arte (Tamarit, Espacios Naturales, Imatges i records, Historias y paisajes, Viena Arte y Fotos inéditas), Testimonios (Vidas singulares, Memoria y SingularPlural), Ficción (narrativa y poesía) y Otros (entre los que se encuentran los ensayos y los libros que quedan fuera de colección).
«Tenemos un abanico muy amplio de intereses y por eso la editorial es tan diversa. Desde libros de cocina hasta fotografía histórica, pasando por volúmenes de salud y espiritualidad, arte, fotografía de la naturaleza... Hasta tenemos guías para viajar con animales de compañía, ¡y son todo un éxito!», cuenta Enric, que formó parte de Columna hasta que se puso en marcha Viena Edicions, en 1991, como un sello de coediciones con instituciones y empresas de costosos libros de gran formato. «Las seguimos haciendo, pero también hacemos todo lo demás. De todas formas, el riesgo lo corríamos desde el principio nosotros», dice Enric.
La política de coedición, en su caso al menos, no tiene que ver con la participación de la empresa o institución en el sufragio de los costes de publicación, sino que «nosotros editamos y ellos nos ceden el material, ya sean fotografías o documentos, con la condición de que les regalemos un número determinado de ejemplares, que siempre depende del trato concreto, pero que acostumbra a estar por encima de los dos centenares», cuenta Enric. Así pues, el riesgo siempre ha estado ahí.
«Siempre lo pasas mal. Te entusiasmas con un proyecto y cuando recibes el libro de imprenta te preguntas: '¿Pero en serio creo que esto va a funcionar?'», cuenta Isabel, a lo que Enric repone: «Precisamente lo interesante de este trabajo es que no existe una varita mágica. Tanto los grandes como los pequeños tienen que jugársela. Si existiera una varita, la tendrían los de arriba y gente como nosotros no podría jugar».
Los libros de Viena Edicions tienen una tirada inicial de 2.000 ejemplares. Pero algunos de sus títulos, como el volumen fotográfico Barcelona inèdita o El poder de l'ara (un ensayo de autoayuda), ya van por la segunda y la cuarta edición, respectivamente.
Precisamente, el caso de El poder de l'ara o los libros de budismo que Viena Edicions publican tienen un objetivo muy concreto.«Nos gustaría hacer un hueco en el mercado de la autoayuda en catalán. Cuando decidimos poner en marcha esta colección, nos dimos cuenta de que no había libros de autoayuda en catalán y la verdad es que nos está siendo difícil hacer que se vendan al nivel que los que publicamos en castellano. Parece que el lector tiene muy asumido que este tipo de libros se leen en castellano», cuenta Enric.
El 75% de los libros que publica esta editorial están traducidos o escritos en catalán. Y, sobre todo, tienen que ver con la Historia y a menudo incluyen fotografías o se basan en la imagen. Están especialmente orgullosos de Libros prohibidos, una antología de títulos de la vanguardia editorial desde principios del siglo XX hasta la Guerra Civil; La revolució del bon gust, un libro ilustrado que recoge la historia de las actividades del Comissariat de Propaganda y de sus colaboradores, i Mauthausen. Crònica gràfica d'un camp de concentració, libro que recoge las únicas fotografías que se hicieron en un campo de concentración todavía en activo.
«Cuando las encontramos, no podíamos creernos que nadie hubiese hecho un libro con ellas todavía», asegura Isabel. Entonces decidieron jugársela, porque tenían claro que podría interesar, pero, sobre todo, «porque teníamos que hacerlo», dice Isabel, «nos entusiasmaba la idea», añade.
«Cuando estás tan implicado en el proceso de creación de un libro, todo duele más y alegra más. Es decir, si la cosa va bien, eres la persona más feliz del mundo, pero si no, te afecta un montón», cuenta la editora, que admite no dejar de trabajar nunca. «Siempre estás pensando en libros. Piensas: esto podría ser un libro y aquello también. Uf. Es complicado. Ya no entras en las librerías a comprar, sino a buscar tus propios libros. Son gajes del oficio», dice Isabel.
Editan a medio año vista (es decir, ya están trabajando en lo que saldrá las próximas Navidades) y cuentan con asesores externos que les señalan «interesantes novedades» en todos los ámbitos.«También estamos atentos a la prensa internacional», cuenta Enric.Siempre en busca de un posible proyecto que sumar a su estantería.El ritmo de un centenar de libros al año parece frenético, pero en realidad no lo es, porque muchos de ellos pertenecen a colecciones, en cierto sentido, legendarias para la editorial, como Imatges i records, hasta 140 pequeños volúmenes de postales de localidades catalanas.
Por su heterogeneidad destaca la colección Carta Blanca, en la que cabe desde un libro de conversaciones entre curas radiofónicos (Tertúlia de capellans, de Enric Canet, Jaume Reixach i Francesc Romeu) hasta El negre i jo, un ensayo de Frank Westerman sobre el Negro de Banyoles. Y eso es precisamente lo que caracteriza a Viena Edicions: sus mil caras.