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| Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen (Willie Brandt) |
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| EL APUNTE |
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| BCN, transcontinental |
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de ALEX SALMON
No podemos obsesionarnos con nuestra ciudad. Es cierto que puede considerarse como una de las mejores plazas turísticas, que su oferta de hoteles y gastronomía está a la altura de las grandes urbes y que su atractivo aún tiene un importante recorrido. También que la ciudad mantiene las posibilidades como centro financiero.Existen unos cuantos ejes centrales, como Fira de Barcelona, que ha demostrado con el 3GSM, por ejemplo, que imprime en la capital la fuerza y el vigor que todo motor económico necesita.Pero tampoco hay que volverse loco y pensar que Barcelona puede convertirse, entre hoy y mañana, en un impresionante nudo de vuelos intercontinentales. Al estilo de Francfort o Amsterdam.Nos equivocaríamos si esta fuera nuestra pretensión. Por ello, hay que demandar al gobierno de Zapatero que se ponga las pilas con Barcelona, pero con coherencia. Y que lo haga en el Aeropuerto, y de paso en Cercanías. Porque de nada sirve conectar tres veces con Pekín, si no logran que los ciudadanos dejen de llegar tarde al trabajo por culpa del transporte público. El tiento, que no el talante, sirve para esto.
alex.salmon@elmundo.es
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