Asegura la defensa que don Funesto, a sus 65 años, no puede soportar grandes decepciones a causa de su cardiopatía. La victoria del Liverpool en el Camp Nou por 1-2 y el pésimo balance del Barça frente a rivales ingleses impide a su cliente concebir esperanzas.Don Funesto, de la parroquia de los Palos de Berna y la Cruz de Duckadam, recuerda los malos resultados cosechados este año por el Barça frente a rivales defensivamente sólidos, así como su conocida maldición europea, que le ha llevado a sufrir penosas derrotas a lo largo y ancho de su negro transitar por la Copa de Europa.

Entiende, además, que la victoria del Liverpool ante el Milan de hace sólo dos años prueba que los dioses están con los reds y que no tendrán reparo en beneficiar a este equipo menor del temido Rafa Benítez. Concluye la defensa que en el fútbol moderno ningún equipo ha ganado dos veces seguidas este torneo. Por todo lo cual, don Funesto prefiere no concebir esperanzas, huir del televisor y hacer calceta para salvaguardar su maltrecho corazón.

Don Inocencio, de 30 años y adscrito a la Cofradía de Kaiserlautern y del Rivaldo de las Chilenas Milagrosas, replica a su padre alegando que es el fútbol un deporte caprichoso en que nada está perdido de antemano. El demandante esgrime que siendo el Camp Nou un estadio contiguo al cementerio de Les Corts, donde tantos entran confiando en su resurrección, y al viejo orfanato de la Maternidad, donde los huérfanos esperaban que unos padres adoptivos pudieran darles mejor vida, forzosamente debe el barcelonismo tener fe. Don Inocencio asegura, asimismo, que con Ronaldinho, Eto'o y Messi en la delantera ningún culé puede dar por perdido un partido o por imposible una remontada, y suplica a su padre que recapacite.

Escuchadas ambas partes, este Tribunal dictamina que queda probado que es el Barça un club acostumbrado al desastre en la escena internacional, yendo ello en perjuicio de sus aficionados. Sin embargo, hay multitud de equipos abonados al cinismo, a las victorias fáciles o a la cómoda mediocridad, pero no es el Barcelona uno de ellos. El fútbol, sin el penoso ejercicio de la fe, no existiría.Por todo lo cual, pide a don Funesto que acuda puntual a su cita el día 6 a las 20.45 horas. Respecto a las dolencias del demandado, fue precisamente una leyenda del Liverpool quien proclamó que «el fútbol no es una cuestión de vida o muerte», para matizar que «es mucho más importante que eso».

Este Tribunal quiere recordar que, desgraciadamente para el barcelonismo, ni el corazón ni el balón laten igual cuando les falta pasión.