Desde que el grupo anunció su regreso, los miles de acérrimos seguidores de toda España se posicionaron adecuadamente en cuanto al día y la hora del comienzo de la venta de entradas, que se fijó ayer a las 0.00 horas.

Para entonces, muchas eran las personas que llevaban horas esperando en Madrid, Zaragoza y Barcelona, tanto en los cajeros de Ibercaja como en las tiendas con disponibilidad de estas entradas. Con la media noche en el reloj, el caos fue generalizado, y tanto la web de la entidad bancaria como sus cajeros se vieron sobrepasados técnicamente por tanta solicitud simultánea, algo que debería haber sido previsto mucho antes y que, en un principio, no encontró ni solución ni explicación por parte de Ibercaja.

«Se ha recibido un aluvión de peticiones desde todos los puntos de España a través de estos servicios, y se superaban varias veces el aforo para el concierto», según apuntó la representante de Ibercaja Belén Bardají.

El pánico cundía entre los más fanáticos, que veían cómo las entradas a la venta en tiendas se agotaban en menos de dos horas. La última opción era la más heroica: pasar la noche al raso esperando la apertura de puertas de las tiendas con la esperanza de llegar al preciado papel antes de que los más madrugadores agotasen el cupo disponible.

Desgraciadamente, así ocurrió en todos los puntos de venta, y todos los que se quedaron sin entradas tendrán que esperar a que Ibercaja reanude el servicio de venta de 6.000 entradas por internet, cancelado momentáneamente debido a la masiva afluencia de solicitudes que se han recibido.

La vuelta de Héroes del Silencio supone, por tanto, uno de los regresos más esperados, con capacidad de mover grandes masas, en busca de recordar a un grupo mítico dentro del rock español.