¿Qué toca esta vez...? Otros Mundiales: los de Osaka. Eso quiere decir que, de nuevo, nos encontraremos con un tremendo déficit de figuras de máxima talla internacional. Primero, como consecuencia del retroceso del atletismo europeo. Y, segundo, porque la preparación de todos, incluidas las estrellas de nuestro continente, se enfoca hacia el verano. Existen clases. Un Mundial indoor todavía reúne numerosos alicientes porque sus medallas tienen más peso y prestigio. Un Europeo los va perdiendo a marchas forzadas y, aunque nunca faltan atractivos en un deporte apasionante en sí mismo, en esta ocasión, desde luego, no sobran.

Así las cosas, el panorama en Birmingham propende a una desolación aumentativa en cada edición continental. Con la competición convertida en un mitin de segunda fila, hay que rebuscar para encontrar pruebas con nombres realmente punteros y siempre en minoría o totalmente aislados. La primera que nos salta a la vista es el salto de altura. Ahí están Stefan Holm (2,38 este año), el también sueco Linus Thörnblad (2,38), el ruso Andrei Tereshin (2,35) y, sobre todo, su compatriota, el joven Ivan Ukhov, que cumplirá 21 años el día 29, y ha saltado este invierno 2,39. Otro de esos tiernos prodigios de la fértil e inagotable cantera rusa, también representada actualmente por los apellidos Rybakov, Sokolovsky, Voronin, Silnov, Klyugin, Svetkov, Fomenko...

Hablando de jóvenes, ha irrumpido con fuerza en la velocidad mundial otro veinteañero, el británico Craig Pickering (6.55). Se espera con bastante expectación su duelo en los 60 metros con su compatriota, y campeón en vigor, Jason Gardener (6.57) y el francés Ronald Pognon (6.55), que parece volver al primer plano. La irrupción de Pickering recuerda la de Mark Lewis-Francis, que nunca llegó a cumplir cuanto prometía. Pickering podría sucederle y ocupar su lugar en un sprint inglés que sigue buscando al auténtico sucesor de Linford Christie.

También, en el salto con pértiga, ha aparecido con especial fuerza este invierno el alemán Björn Otto quien, a los nada bisoños 29 años, se ha elevado hasta los 5,90 y dejado en un segundo término a Tim Lobinger (5,75). También, para los amantes de los lanzamientos, la figura del danés Joachim Olssen (21,21) suscita interés. Como se ve, algunas pepitas de oro de reducidos quilates aquí y allá que, en el caso de las mujeres, tampoco deslumbran.

Pero todo el mundo mira hacia Ekaterini Thanou, la poderosa velocista, máxima representante, junto a Konstantin Kenteris, de la vía griega hacia el dopaje. Tras su delirante episodio compartido en los Juegos de Atenas, ha vuelto. Y quizás gane los 60 metros, con permiso de la belga Kim Gevaert.

Ausentes, por ejemplo, Christine Arron, Yelena Isinbayeva, Tatiana Lebedeva y Kajsa Bergqvist, la gran representación femenina del Campeonato queda en manos de la gentil y versátil Carolina Klüft (pentatlón) y de las pertiguistas Svetlana Feofanova (4,74) y Anna Rogowska (4,72). Por desgracia para nuestra Ruth Beitia (una de las favoritas, sin embargo), el salto de altura reúne a Blanka Vlasic (2,01), Tia Hallebaut (2,00) y Antonietta di Martino (2,00).