La UCI (Unión Ciclista Internacional) podrá llevar a los tribunales españoles la cruzada que mantiene, a todos los niveles, contra Manolo Saiz. Después de perder la licencia Pro Tour y ser señalado poco menos que como el demonio, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid acordó, en un auto del pasado 19 de febrero, estimar el recurso de la UCI contra una decisión del Juzgado de Instrucción número 31 de la capital.
Ese juzgado -el encargado de la operación Puerto- decidió, el pasado 9 de agosto, no permitir a la Unión Ciclista Internacional presentarse en el proceso como acusación particular. Desde ayer esa decisión ha quedado invalidada. De paso, y en el mismo auto, la Audiencia le niega a Manolo Saiz el reembolso del dinero que le incautaron en el momento de ser detenido. Por partes.
Lo primero es que el auto de la Audiencia permite a la UCI presentarse como acusación particular. Consideran los Magistrados que, en el presente caso -la operación Puerto-, «no cabe duda de que la Unión Ciclista Internacional como organización... es titular de un interés legítimo para ser parte del presente procedimiento».
Justifican esa decisión en que la UCI persigue una serie de fines -la tutela de todas las competiciones de ciclismo, por ejemplo- relacionados con la causa, así como en el hecho de que «personas imputadas en el procedimiento son titulares de una licencia UCI y presuntos perjudicados por el consumo de sustancias prohibidas son ciclistas sometidos a los Reglamentos de la UCI». De modo que, de ahora en adelante, en el proceso abierto en mayo del año pasado, Manolo Saiz tiene un nuevo enemigo.
El segundo asunto que resuelve el auto es la petición de Saiz para que le devuelvan el dinero que llevaba encima el día de su detención -23 de mayo de 2006-, bajo el pretexto de que «no estaba destinado a pagar a Eufemiano Fuentes», como alega la Guardia Civil.
Según el auto, que lo explica con todo lujo de detalles, incluidas las monedas de cinco céntimos que llevaba, Saiz tenía en su poder 38.500 francos suizos, 310 dólares australianos y 42.224 euros, es decir, unos 60.000 euros. En la exposición de motivos, se describe cómo justifica Saiz la posesión de ese dinero. Dice el auto. «Si bien manifiesta [Saiz] que no estaba destinado a pagar al imputado Dr. Fuentes 'porque él se encontraba en el bar, tomando un agua, y luego tenía que ir a una notaría a firmar unos papeles y no tenía tiempo, siendo una de las características del Sr. Fuentes el que siempre llega tarde. Al salir del encuentro con el señor Fuentes llevaba encima el dinero, por lo que no era para pagarle'».
¿Y entonces para qué era? Dice de nuevo el auto, citando palabras textuales de la declaración de Saiz: «Manifiesta que dicho dinero era para pagar a los técnicos del equipo y que 'no podía pagar con VISA porque la tarjeta, de tanto pasarla, se deteriora'».
Los tres Magistrados de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial no dan ningún crédito a ese testimonio y sostienen que «existen indicios racionales de que el dinero ocupado al recurrente [Saiz] tiene relación con los hechos presuntamente delictivos que se imputan en la causa», por lo que directamente desestiman la petición del ex director ciclista.
Dos nuevos reveses para Manolo Saiz mediante un auto contra el que no cabe recurso, y que no entra en el fondo de la cuestión, materia de la que se sigue ocupando el Juzgado de Instrucción número 31.