La compañía comandada por Fulvio Conti ha ejecutado la compra en tres tramos. El martes adquirió en 29 minutos 105,8 millones de acciones, representativas del 10% del capital y valoradas en 4.231 millones de euros. A primera hora de esta mañana, comunicó que ya contaba con otro 7% más. Y se embolsó el resto (casi un 8%) poco antes del cierre de la sesión bursátil. Según ha confirmado la propia Enel, el precio medio de adquisición de las acciones asciende a 39 euros, lo que eleva la inversión total a más de 10.500 millones de euros. Ese desembolso es muy inferior al que pensaba realizar E.ON para hacerse con el 100% de Endesa (unos 41.000 millones de euros), pero puede bastarle para desplazar al rival alemán. También para hacerse con un hueco importantísimo en el consejo de administración de la eléctrica española.

La multinacional alemana inició la semana con limitadas posibilidades de éxito en la junta de accionistas del próximo martes 20. Cuatro días después, sus opciones son prácticamente nulas.

Expediente de la CNMV

La OPA de E.ON está condicionada a la obtención del 50,01% del capital de Endesa. De lo contrario, no podrá levantar los blindajes que limitan al 10% los derechos políticos de todos los accionistas. La suma de las participaciones del núcleo anti E.ON (Acciona y Enel) y de la Sepi (controlada por el Gobierno, que también se opone al grupo alemán) basta en la práctica para que Bernotat fracase en su empeño. Los tres accionistas controlan algo más del 48% del capital. A menos que se produzca una sorpresa de última hora, a la junta de accionistas acudirá entre el 80% y el 90% del capital, lo que hace materialmente imposible el objetivo de E.ON. En cambio, si el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales compra un pequeño paquete de acciones (aún tiene margen hasta el 24,9%) o un cuarto accionista se alineara con él, tiene la mayoría asegurada junto a Enel y la Sepi. Las participaciones de Enel y Acciona son tan elevadas que pierde peso la decisión de Caja Madrid, cuyo 9% ha jugado el papel de bisagra en los últimos meses. Aunque tienen ahora una papel clave la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de la Energía (CNE). La CNMV viene estudiando desde el martes qué hacer con la eléctrica italiana, de la que el mercado sospecha que está actuando de forma concertada con Acciona y la Sepi para bloquear a E.ON sin necesidad de lanzar una OPA.

También si la compañía ha informado con veracidad al mercado en la respuesta que le remitió el miércoles por la tarde. En concreto, el punto dos de la misiva aseguraba que «por el momento, Enel no ha suscrito ningún contrato de derivados, futuros, equity swap y otro similar que tenga como subyacente acciones de Endesa, sin que, por ello, descarte hacerlo en un futuro». Esta carta de Enel llegó a las 17.47 horas del miércoles. Y a las 11.10 horas de ayer, la eléctrica ya se había hecho con otro 7% de Endesa a através de UBS. Seis horas más tarde, controlaba casi un 8% más. Así que el «en un futuro» era en realidad unas horas.

Entrecanales y la CNE

La respuesta italiana a la CNMV destapó también la reunión con el ministro de Industria, Joan Clos, y el director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, David Taguas. Enel niega en el documento haber mantenido contactos con accionistas, pero Clos controla el paquete accionarial de la Sepi en Endesa.

La CNMV, que podría abrir un expediente contra Enel, escruta también el papel de UBS, por si ha podido hacer de puente entre los accionistas que se oponen a E.ON.El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, mantuvo una reunión, al menos, en la sede madrileña de UBS el pasado 29 de noviembre.

Fuentes de la constructora señalaron a este diario que se han mantenido en los últimos meses encuentros con UBS y multitud de entidades financieras para la refinanciación de su deuda, pero insistieron en que no han tenido ningún contacto directo o indirecto con Enel.

Por otra parte, la empresa con sede en Roma también requiere el permiso de la CNE para ostentar más del 10% del grupo presidido por Manuel Pizarro. Además, debe solicitar al organismo que le conceda todos los poderes inherentes a sus acciones. Ayer, remitió sendos formularios a la CNE y al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. En ambos, pedía la autorización para alcanzar el 24,9% de la eléctrica y la solicitud para «ser liberada de todo eventual límite para el ejercicio de sus derechos políticos como accionista de Endesa, por la calificación de esta última com operador principal». También reclamaba «la autorización del ejercicio de los derechos políticos por la participación total que se adquiera».

De partida, Enel tiene el mismo problema que ACS, por su presencia en dos compañías competidoras. La compañía de Conti posee el 100% de la quinta eléctrica española (Viesgo) y, además, controla el 50% de la filial de energías renovables de Unión Fenosa. En el caso de la constructora, principal accionista de esta última y de Iberdrola, la CNE decidió limitar los derechos políticos de ACS, aunque menos de lo previsto.

Viesgo es, a fecha de hoy, «operador principal», con lo que debería elegir entre Endesa o seguir en Viesgo. Pero justamente la presidenta de la CNE, Maite Costa, ha encargado a los servicios técnicos la actualización de la lista de operadores principales «con la idea de que Viesgo ha dejado de serlo», apuntan fuentes próximas al organismo.

En todo caso, la CNE y el Gobierno no podrán allanar el camino de Enel antes de la Junta extraordinaria de Endesa del día 20.