Compareció en el Congreso apenas dos horas después de que el terrorista hubiera abandonado el hospital 12 de Octubre de Madrid de camino al hospital Donostia, de San Sebastián. Y cinco horas después de la aplicación de este régimen extraordinario, el etarra (condenado por 25 asesinatos) anunció, a través de Gestoras pro Amnistía, el fin de su huelga de hambre, que, al parecer, ha mantenido durante más de 110 días. El terrorista estaba actualmente condenado por sentencia firme del Tribunal Supremo a tres años de prisión.

Rubalcaba explicó que el preso había sido clasificado por la Junta de Tratamiento de la prisión de Aranjuez en segundo grado penitenciario y que esta misma junta había decidido aplicarle el artículo 100.2 del reglamento penitenciario que permite al preso disfrutar de un régimen «atenuado» de prisión.

Rubalcaba defendió la legalidad de la actuación y la necesidad de aplicarla para evitar que el interno muriera. «Hubiera fallecido en las próximas semanas», aseguró tajante. Adujo razones humanitarias para tomar la decisión.

El ministro explicó que De Juana «seguirá cumpliendo su condena». Indicó que, inicialmente, «estará ingresado en un hospital del País Vasco para su tratamiento, mientras se recupera y, cuando ello fuera posible, si fuera posible, se le trasladaría a su domicilio hasta su total restablecimiento». El ministro no aclaró si en caso de que el preso se recuperara, volvería a ingresar en prisión para cumplir el resto de su condena. No obstante, es poco probable que De Juana vuelva a entrar en la cárcel, según explicaron fuentes penitenciarias.

El titular de Interior dijo que el riesgo para la vida del preso «en el momento actual es muy alto» y el de que tenga secuelas permanentes «es aún mayor», puesto que su situación «es muy mala desde el punto de vista físico». El ministro no aclaró por qué el preso no continúa en el hospital 12 de Octubre hasta que se recupere y, una vez recobradas sus fuerzas tras la huelga de hambre, se le traslade a su casa del País Vasco.

Fuentes penitenciarias explicaron que, tras adoptar la medida de clasificarle en segundo grado, la Dirección General de Prisiones (dependiente del Ministerio del Interior) decidió traspasar la responsabilidad sobre este preso al centro penitenciario de San Sebastián, motivo por el que se optó por enviarlo a aquella comunidad.

Estas mismas fuentes explicaron que la Junta de Tratamiento de la prisión de Aranjuez se convocó el pasado miércoles de manera extraordinaria y sólo y exclusivamente para tomar una decisión sobre el interno. El acuerdo entre todos los componentes de la Junta (director, subdirector, jurista, asistente social y sociólogo, entre otros) fue unánime a la hora de clasificar en segundo grado al interno. Pero esa unanimidad quedó totalmente rota cuando se trató la posibilidad de aplicarle el artículo 100.2 a De Juana: la prisión atenuada. En ese momento, la votación reflejó un empate. Pero el voto del director desniveló la balanza a favor de la aplicación de ese artículo.

La decisión de la Junta fue por la que optó el Gobierno, después de recibir informes del juez de vigilancia penitenciaria y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional que avalaban esta medida. Además, Rubalcaba explicó que todos los informes médicos del hospital 12 de Octubre y de los forenses de la Audiencia Nacional coincidían en que el estado de salud del preso era ya muy delicado.

El ministro aseguró que este artículo ya se le aplicó a otros etarras, pero no supo aclarar si alguno de estos terroristas estaba en huelga de hambre para protestar contra su condena. Indicó que tenía previsto explicar la decisión del Gobierno a las víctimas del terrorismo.