LUIGI BENEDICTO BORGES
MADRID.-
La concesión de la prisión atenuada a Ignacio de Juana Chaos desencadenó ayer la indignación de las distintas asociaciones de víctimas, así como el amargo lamento de algunas de ellas de manera individual. Asimismo, al caer la noche, cerca de 2.000 personas se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Interior, en el madrileño Paseo de la Castellana, para condenar el traslado del etarra. Desde que Alfredo Pérez Rubalcaba diera la noticia por la mañana, decenas de efectivos policiales comenzaron a apostarse en los alrededores del ministerio, aunque la mayor concentración de gente se produjo a las ocho de la noche. A esa hora, decenas de personas salían de las estaciones de Metro de la Plaza de Colón hacia la sede de Interior, edificio donde muchos SMS señalaban que «el traidor de Rubalcaba estaba cenando».
Entre los asistentes, destacaba la concejala de Empleo del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, que portaba una pancarta en inglés con el lema Zapatero surrenders to terrorism («Zapatero se rinde ante el terrorismo). La mujer del ex presidente José María Aznar aseguró que ayer tenía lugar «una de las fechas más graves de la democracia española» debido a que el Gobierno había cedido «ante el chantaje de un terrorista con 25 asesinatos». Poco antes, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, se había pronunciado de manera parecida al enterarse de la noticia, mostrando su indignación por una decisión que consideró un «fraude de ley», donde ETA «ha sacado fruto de los chantajes a los que ha sometido al Ejecutivo».
No obstante, pese a la afluencia de gente, el número de manifestantes espontáneos «reunidos cívicamente para proteger el Estado de Derecho», según sus propias palabras, estaba formado en su mayoría por jóvenes recién salidos de sus aulas universitarias y ciudadanos que dejaron de ir a clase hace unos 40 o 50 años. Tampoco faltaron banderas de España. La actual, la decorada con el toro de Osborne y la utilizada durante la dictadura franquista.
El Paseo de la Castellana tuvo que ser parcialmente cortado. Casi un centenar de policías nacionales crearon una doble cadena humana alrededor del Ministerio de Interior, que a su vez estaba protegido por nueve furgonetas antidisturbios. Los agentes escuchaban imperturbables los gritos de «ZP, si tienes cojones, convoca elecciones», «Rubalcaba, gallina, ETA te domina», «De Juana al paredón» y «Todos a una, puta Batasuna». A las 23.00 horas, la manifestación se disolvió tras ser detenido un hombre por agredir a una persona que salía del ministerio, a pocos metros de los hermanos Ynestrillas, que también acudieron al acto. Pese a todo, un grupo de jóvenes montaron varias tiendas de campaña con la intención de «pasar la noche» como señal de protesta.
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