M. M
MADRID.-
Al último acusado en declarar, Javier González Díaz, no le ayuda nada su apodo: El Dinamita. Ayer insistió en que jamás ha trabajado en una mina y que nunca fue condenado por los explosivos que le encontró la Guardia Civil «aún con Franco en vida».
Basándose en las declaraciones del El Gitanillo, la fiscal afirma que mantenía un «un vínculo estrecho» con Trashorras y que en una ocasión le ayudó a robar explosivos. Esa ayuda consistió en vigilar «mientras Trashorras cogía la mercancía previamente preparada» para el viaje a Madrid de Amocachi, a principios de enero. El Dinamita lo negó todo, explicando que los contactos con Suárez Trashorras se debían a que le arreglaba los coches al ex minero.
Las últimas palabras del último de los 29 procesados volvieron a dejar sólo a Trashorras: «No le acompañé jamás a la mina. Nunca vigilé y no sabía que se dedicaba a cambiar explosivos por droga».
También Iván Reis Palicio, Jimmy, el más joven de los acusados, reconoció que había realizado un viaje similar. «Emilio me dijo que era hachís de mala caliad que había que devolver. Yo acepté porque tenía un marrón, una deuda con Toro y me dijo que me la quitaría».
Jimmy se encontró con El Chino en Madrid, aunque con peor suerte que Amocachi. Siguiendo instrucciones de Trashorras, bajó del autobús sin camiseta y le dijo al terrorista que le habían robado el sobre con dinero que Trashorras le enviaba. «Me pegó, me quitó el móvil, me amenazó con un cuchillo y luego se rió y me dio un euro para gominolas»
Jimmy concluyó diciendo que si hubiera sabido que era explosivos, hubiera informado a la Policía.
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