El segundo día del juicio por el asesinato de la familia Molina tuvo a los dos principales acusados como protagonistas. La fiscal pide sendas penas de 51 años de cárcel para David Rodríguez Vega y José Emilio Varela, a los que considera los presuntos autores materiales de la muerte de Amalio Molina, de 17 años, Ada Flores, de 16, y Nerea, el bebé de ambos, de nueve meses.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 5 de noviembre de 2004 en la calle de Sánchez Preciado, distrito de Moncloa. Vega, conocido como el Paleta, fue el primero en declarar en la sección XXVI de la Audiencia Provincial. Admitió que conocía a la familia Molina «del barrio, de toda la vida» y que era amigo de Amalio.
Asimismo, dijo que le había comprado cocaína varias veces y que había estado haciendo una reforma en la casa de las víctimas, que acordaron pagarle con dinero y dosis de droga. Según Vega, su adicción a las drogas y el alcohol le impide acordarse de nada de lo que sucedió el día previo al crimen, el 4 de noviembre.
La tesis de la acusación es que él acudió al bar Dorita, donde estaban Emilio y los otros tres imputados (por inducción al asesinato). La Fiscalía y el abogado de la acusación particular mantienen que allí se drogaron todos juntos, el Paleta comentó un problema que tenía con Amalio por una deuda y estos le animaron a matarlo, para lo que le dieron alcohol y el cuchillo asesinato.
«Una nube»
David Vega, en cambio, asegura tener «una nube» y no recordar nada. A casi todas las preguntas de la acusación respondió con un sobrio «no recuerdo nada». David tenía un corte en la mano cuando lo detuvieron en Torrevieja 10 días después del crimen, pero dijo que se lo había hecho trabajando en la casa de los Molina.
En la investigación se descubrió un Renault 19 manchado de sangre de las víctimas que pertenece al padre del acusado, pero él volvió a decir que no sabía por qué había sangre suya en la casa ni sangre de ellos en el coche que él conducía o en su ropa.
El otro acusado, Emilio, declaró que en las horas previas al crimen «David llegó al bar Dorita -donde Emilio trabajaba de camarero- hacia las 23.00 horas. Venía puesto de coca y se tomó muchos cubatas». Dijo que después consumió cocaína y, hacia las 2.00 horas, cuando estaban cerrando el bar, Vega le propuso «ir a pillar más coca» e invitarle, porque Emilio también consumía. «Fuimos en su coche, un Renault 19, hasta Sánchez Preciado. Aparcó y yo me quedé esperando mientras él iba a comprar la coca. Vi que se guardaba algo cuando salía del coche», dijo Emilio.
Según él, no sabía dónde iba Vega a comprar la droga: «Pasaron unos 10 minutos y él volvió lleno de sangre por todas partes. Dejó un cuchillo en el coche y me dijo: «¡Que los he matao, que los he matao! Emilio, como digas algo, te juro que te mato a ti y a todos los tuyos». A continuación, según Emilio, Vega le pidió que acudieran a casa de los otros tres imputados, Yolanda Carlero, su hermana Verónica y Daniel Tunde. Cuando llegaron, dice que los amenazó a todos de muerte, se lavó, se cambió de ropa y se fugó a Torrevieja.
La Fiscalía cree que en el crimen intervino alguien más que David, puesto que Ada, la joven de 16 años, tenía heridas de dos cuchillos distintos y marcas en las muñecas, como si la hubieran sujetado, por lo que no se descarta que participaran incluso tres personas. A Ada le asestaron 26 puñaladas tras matar a su marido. Por último, mataron al bebé, que estaba dormido en el sofá de la casa.
PREVISION DEL LUNES
Público. La juez Susana Polo admitió de nuevo a familiares de las víctimas en la sala tras
el desalojo del miércoles.
Hermanas. Yolanda y Verónica Carlero, acusadas de inducción al asesinato, declararán en la Audiencia.
17 años. La fiscal pide sendas penas para las Carlero y Daniel Tunde, que también declarará el lunes.