Ruiz-Gallardón se desdice así de la promesa que realizó durante la celebración del primer año de Gobierno municipal, cuando aseguró que el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) se extendería a toda la ciudad la próxima Legislatura. Y contradice también a su propio concejal de Movilidad, Pedro Calvo, que el miércoles por la noche insinuaba, en una entrevista de la Cope, que los parquímetros podrían llegar a otros distritos si se daban las circunstancias oportunas.

«Las necesidades de estacionamiento de la ciudad están ahora cubiertas con la planificación actual. Tendrían que surgir elementos nuevos que variasen estas circunstancias para que se tome la decisión de implantar más parquímetros», insistió ayer el regidor para zanjar la polémica.

Y todo a pesar de que el Gobierno municipal es consciente del problema que ha surgido con la apertura de nuevas estaciones de Metro en algunos barrios que no tienen parquímetros y que sufren el efecto frontera: «Tampoco en estas zonas hay necesidad de implantar parquímetros porque el plan del Ayuntamiento es crear aparcamientos disuasorios que evitarían ese efecto», añadió.

Y para acabar con el rumor de que ha sido el partido quien le ha pedido que termine con la polémica de los parquímetros, Ruiz-Gallardón dice que no ha hablado del SER con nadie del PP. «En mi vida», concluye.

Por si acaso, representantes de los colectivos antiparquímetros de los barrios periféricos de Madrid se personarán hoy, desde las 10.00 horas, en la Puerta del Sol, donde permanecerán hasta que sean recibidos por la presidenta regional, Esperanza Aguirre.

Lo que piden es que la también presidenta del PP de Madrid intervenga «en la solución del conflicto del SER, ante la incapacidad del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón de resolverlo por sí mismo».