Carlos Aladro es un joven y premiado director que trabaja en La Abadía como ayudante de dirección artística. Es, por tanto, estrecho colaborador de José Luis Gómez. Aladro ha dirigido en La Abadía una visión del clasicismo -Garcilaso, el cortesano- y otra de la modernidad -Terrorismo-. Para este tercer espectáculo, Gómez y él querían «un gran texto de repertorio. Tenía especial interés en indagar en el Barroco y buscar obras quizá no muy conocidas pero que fuesen esenciales en la dramaturgia europea. Leímos las comedias de Shakespeare pero finalmente dimos con Corneille y La comedia de las ilusiones, y más tarde con Kushner».

Tony Kushner es el autor de Homebody/Kabul, recién estrenada en el Teatro Español, y de otras joyas como Eslavos o Angels in America. Corneille es una de las cimas del siglo XVII francés junto a Racine y Molière. «Tengo fascinación por el teatro contemporáneo», reconoce Aladro. «Al leer los dos textos, vi que la versión tenía las virtudes del original y se enriquecía con ingredientes nuevos. Por ejemplo, la reducción y redistribución de papeles. En cuanto a la idea del padre que busca al hijo en la cueva de un mago, estaba en los dos».

Esa idea a la que se refiere Aladro, ese argumento, habla de un padre que pide a un mago que le ayude a hallar al hijo que se marchó de casa: «Es un tema que nos toca a todos personalmente; por lo menos a mí mucho. Me gusta cómo Corneille lo cuenta y cómo Kushner lo reescribe. Estimula la sensibilidad de todos los hijos cuando nos alejamos de los padres y de los padres cuando nos despegamos y desapegamos de ellos».

Retoques mínimos

Esta obra escrita en francés y reescrita en inglés ha sido traducida por Miguel Sáenz. «Sólo tiene los retoques mínimos de cualquier puesta en escena. Sáenz ha hecho una traducción muy buena de la versión de Kushner, que ya tenía un lenguaje más accesible que los alejandrinos de Corneille. Kushner mezcla un verso rítmico con prosa rítmica. Eso se ha mantenido en la traducción, donde convive la prosa con el verso. Si algún verso tenía una estructura rítmica destacable, la hemos mantenido en nuestro idioma», señala Aladro.

En cuanto a la puesta en escena, Aladro la ha hecho «desde un punto de vista lúdico y a la vez intenso». «Para mí», asegura, «la cueva del mago era más que una cueva: era ya el propio teatro. Cualquier teatro es una cueva, un sitio horrible, lóbrego y oscuro en el que se convocan maravillosas imágenes y bellísimas ilusiones». Con esa idea ha trabajado el espacio junto a la escenógrafa Dietlind Konold, pieza clave de un reparto artístico del que forman parte el músico Juan Manuel Artero y los diseñadores de vestuario e iluminación Lorenzo Caprile y Pedro Yagüe, junto a los actores Mario Vedoya, Jorge Gurpegui, Jesús Barranco, Ernesto Arias, Rebeca Valls, Lidia Otón, Daniel Moreno y Luis Moreno.

La ilusión.

Teatro de la Abadía (C/ Fernández de los Ríos, 42). De martes a sábado de 17.00 a 21.00 horas. Domingos, de 17.00 a 20.00 horas.