Aniversario. Este año se cumple una década desde que se abrieran las puertas del 'nuevo' teatro de la Plaza de Oriente. Tras las convulsiones políticas, los cambios de mano, los reajustes escénicos y los nombres propios, el mejor escenario de la capital ha alcanzado la estabilidad. Miguel Muñiz, actual director general, elige los diez mejores momentos de este periodo
El próximo mes de octubre hará una década que el Teatro Real abrió sus puertas de nuevo. Atrás dejaba un turbulento pasado lleno de accidentes, incendios, demoliciones y saqueos. Dos obras de Manuel de Falla, La vida breve y El sombrero de tres picos, devolvían a Madrid un teatro de ópera que se construyó para este fin en unos lavaderos públicos conocidos como los Caños del Peral, en 1708. La reinauguración, presidida por los Reyes y numerosas personalidades, se retrasó más de cinco años y sobrepasó los 21.000 millones de las antiguas pesetas. Hoy, cuando el coliseo afronta las celebraciones por su décimo aniversario, su actual director general, Miguel Muñiz, repasa la historia del mejor escenario de la capital y elige diez hitos de este periodo.
1. Las celebraciones. «Me gustaría empezar por el 11 de octubre de 1997, el día de la inauguración del nuevo edificio. La segunda fecha significativa fue en el año 2000, cuando el Teatro Real cumplió 150 años de existencia. Y la tercera la celebramos el pasado 24 de febrero, cuando se cumplió el cuarto centenario desde la aparición de la ópera Orfeo, de Monteverdi».
2. Plácido Domingo. «Dar nombres es dejar muchos fuera, pero hay que destacar a Plácido no sólo por el extraordinario artista que es sino también por su tremenda fidelidad al teatro. Ha cantado y cantará en todas las temporadas».
3. Momentos emotivos. «El director musical, Luis García Navarro, falleció. Hubo un momento especialmente emocionante, cuando el coche fúnebre se paró en las puertas del Teatro Real y la Orquesta Sinfónica salió e interpretó la marcha fúnebre. Muy emotivo fue también cuando Alfredo Kraus dio su último recital, con 72 años, en el Real. Otro caso que me gustaría mencionar es el del alemán Hans Werner Henze, posiblemente el compositor vivo más importante del mundo, que fue vetado muchos años en España por su ideología progresista. Su regreso fue aquí, en el Teatro Real, donde quiso supervisar personalmente su ópera The Bassarids».
4. Las óperas. «Es difícil elegir montajes concretos porque también pertenece al terreno de los gustos. Sí quiero destacar un Parsifal de García Navarro que cantó Plácido Domingo; el extraordinario Tristán e Isolda que montó Daniel Barenboim un festival de verano; el Diálogo de Carmelitas de Francis Poulenc, dirigido por Robert Carsen, y Pelleas y Melisande, que cantó María Bayo».
5. La cara oculta del teatro. «Estamos abriendo las puertas a la gente que quiere ver todo lo que hay detrás del escenario, algo que al público le encanta. En ese sentido quiero destacar Aida y La Bohème, dos producciones propias que exigían la movilización de todos los recursos técnicos del teatro. Fueron de una entidad técnica extraordinaria».
6. Los nuevos públicos. «El haber sacado la ópera a la calle: transmitir los montajes en directo en pantalla gigante a 6.000 personas ha sido una de las cosas más especiales que hemos hecho».
7. La universidad. «En un auditorio magnífico que tiene la universidad en Leganés hemos desarrollado un proyecto pedagógico que ha resultado un hito para la vida del teatro».
8. Autores españoles. «Hemos procurado que todos los años haya una ópera de un compositor español, o bien nuevo o bien recuperado de nuestro patrimonio histórico».
9. La estabilidad. «Es verdad que hubo ciertos vaivenes políticos que nos afectaron, pero ahora existe una sintonía total entre todas las administraciones fundadoras del teatro. Se está cumpliendo la idea de no intervención política».
10. El futuro. «El desafío absoluto es atraer a nuevos públicos, pero sobre todo a público más joven. Para ello hay que saber utilizar adecuadamente las nuevas tecnologías, que abrirán el campo de acceso de la ópera a la gente. Internet, retransmisiones televisivas, cine digital, DVD, etcétera. También habrá que encontrar el equilibrio entre la música, el canto, el drama y la plástica».