Según la mencionada fuente, los combates se produjeron durante una operación lanzada en la provincia de Ardabil por los Guardianes de la Revolución. Este cuerpo militar, muy fiel al régimen chií de Teherán, realiza desde hace 10 días una ofensiva contra supuestos grupos armados en las fronteras sureste y noroeste del país. Ya se ha informado de la muerte de decenas de personas.

En los enfrentamientos en Ardabil, «fueron abatidos 17 diablos armados que habían entrado en el territorio de la República Islámica para realizar actos de sabotaje», aseguró el coronel Yalil Babazadeh, un alto oficial de los Guardianes, informa Efe.

Este militar también señaló que otros varios «opositores a la Revolución Islámica» resultaron heridos, mientras informaba del «martirio» de cuatro soldados de su cuerpo. «Nuestros luchadores, completamente preparados, se enfrentarán de forma rotunda a los individuos que quieran desestabilizar las fronteras», reiteró Babazadeh.

Varios responsables iraníes han asegurado haber confiscado armas de fabricación estadounidense en el sureste y el noroeste de del país. Además, Teherán ha acusado a Washington y Londres de contratar a mercenarios para desestabilizar sus fronteras.

En la región al noroeste de Irán, fronteriza con el Kurdistán iraquí, se informó el pasado sábado de la muerte de 17 «colaboracionistas» en enfrentamientos similares. Ese mismo día, Teherán anunció también la muerte de 13 militares al estrellarse el helicóptero en el que viajaban por la provincia de Azerbaiyán Occidental, donde tuvieron lugar los enfrentamientos.

Las autoridades de la República islámica han asegurado que tienen planeado triplicar en los próximos dos años el número de los miembros de las Fuerzas de Seguridad que prestarán sus servicios en la frontera y también afirmaron que 40.000 de ellos serán desplegados sólo en el sureste del país.