MERCEDES IBAIBARRIAGA. Especial para EL MUNDO
LA PAZ.-
El presidente Evo Morales no quiso contenerse ayer ante la crítica que la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) le ha dedicado, al asegurar que «la democracia en Bolivia está en riesgo» y que tanto en Venezuela como en su país «los presidentes se están aprovechando de su popularidad para eliminar controles sobre su autoridad y socavar a la oposición».
Morales contestó así a Michael McConnell, director nacional de los servicios de espionaje norteamericanos, que «a la Inteligencia de Estados Unidos le falta inteligencia, porque no sólo miente a su Gobierno, sino que desinforma al mundo con declaraciones irresponsables». Según Morales, las afirmaciones de McConnell «no sólo son falsas sino manipuladas, y ocultan, precisamente, la intención de desestabilizar la democracia que el Gobierno está construyendo en el país».
En varias ocasiones, Morales ha afirmado que su «revolución democrática y cultural» se centra, sobre todo, en «acabar con la pobreza» y «erradicar la corrupción» de instituciones democráticas «que tradicionalmente no han funcionado como tales, al estar dominadas por intereses personales y de grupos oligárquicos de poder». El presidente afirma que está «construyendo un nuevo modelo de democracia, que prioriza a las mayorías nacionales excluidas», y que es «participativa e incluyente».
«Nosotros somos de la cultura del diálogo, somos defensores de la vida; no somos de la cultura de la imposición, de la guerra, ni defendemos la cultura de la muerte», dijo Morales, atacando la «política imperialista» de Estados Unidos, y pidiendo al gobierno de George W. Bush «que no se entrometa en los asuntos internos de un país soberano como Bolivia».
«Amenazas» para EEUU
Según Morales, informes «sin perspectiva» como el de McConnell «reflejan las causas por las que Washington está perdiendo la Guerra de Irak». El funcionario estadounidense presentó, ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado su Informe Anual sobre Amenazas a los intereses de su país.
En el capítulo sobre Latinoamérica, tachó al venezolano Hugo Chávez -amigo íntimo de Morales- de «líder antiamericano más estridente del mundo» y advirtió que «continuará intentando debilitar la influencia de Estados Unidos en la región y el resto de la comunidad internacional». Añadió que la compra de armas rusas por parte de Venezuela podría «desatar una carrera armamentista en la región».
Por su parte, Morales destacó ayer el apoyo que tanto Cuba como Venezuela le prestan en su lucha contra la pobreza. Recordó que en Bolivia colaboran más de 1.700 médicos cubanos que han realizado miles de operaciones gratuitas, y que, con la ayuda de programas de educación de ambos países, pretende librar del analfabetismo a un millón de bolivianos.
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