De Juana Chaos, a casa; sus víctimas, al cementerio. Los manifestantes de la semana pasada que se metan delicadamente por el rabel el hacha y la serpiente. Uno de los compromisos contraídos por Zapatero con la banda Eta, dentro de la negociación subterránea que con los terroristas mantiene el presidente del Gobierno español, era la excarcelación de De Juana Chaos. En su día, ordenó al fiscal que se deslizara por el tobogán de las rebajas hasta reducir casi un centenar de años de cárcel adicional a sólo cuatro. Luego, declaró con un par de dídimos, que el terrorista encarcelado respaldaba sinceramente «el proceso de paz». Era verdad. De Juana Chaos ha apoyado siempre la rendición del Estado de Derecho español que en eso consiste el «proceso de paz» zapatético.
No ha sido fácil para el presidente por accidente cumplir con el compromiso contraído con Eta, porque la Audiencia Nacional, primero, las Asociaciones de Víctimas, después, le hicieron la cabronada de complicarle la maniobra. Al final, con considerable retraso sobre el calendario previsto, y tras el paripé de las fotos y la entrevista en la Prensa extranjera, Zapatero ha conseguido su propósito, lo que paraliza por el momento atentados etarras del tipo salvaje de la T-4 de Barajas.
Claro que hay otros compromisos que desconocemos, porque Zapatero I el de las mercedes, como todos los débiles, como todos los pusilánimes, está siempre dispuesto a la generosidad en las concesiones. Y si el presidente no cumple lo pactado, según ha recordado el diario Gara reiteradamente, Eta no va a hacer como Carod-Rovira, arrugarse en su poltrona, sino que volverá a atentar de forma atroz, aparte de mantener el terrorismo callejero con una kale borroka recreada y desafiante, en la apoteosis de la chulería.
La capitulación del Estado de Derecho ante el chantaje del terrorista De Juana Chaos es asunto de consecuencias impredecibles. La imagen de Zapatero, genuflexo ante el rebenque etarra, resulta patética. Si el chantaje funciona, como ha funcionado, queda expedito un camino claro para la banda terrorista. Con De Juana Chaos se pone en marcha una larga caravana de chantajes y exigencias coactivas hasta conseguir los objetivos últimos de la banda. Siempre he odiado el delito; siempre he compadecido al delincuente. También en este caso. Pero esa compasión no significa que se vulnere la dignidad del Estado.
Y ahí están las municipales con sus fauces abiertas. Eta quiere el poder político y económico, derivado de unos resultados que, bajo la dictadura del miedo y la propaganda gratuita del Gobierno a Batasuna y Otegui, se presentan alentadores para el terrorismo. No sólo no rectificó el presidente el día de la salvajada de Barajas. Estaba claro en su balbuciente expresión que quería seguir, sobre la sangre derramada, el proceso de rendición y que Eta se presentara a las municipales según lo acordado.
Zapatero se despeña ya por las laderas de las concesiones en el proceso de rendición que inició con el fin de excluir al Partido Popular de las decisiones de Estado, cambiando el socio constituyente de 1978 por los partidos nacionalistas que quieren fragmentar el país y destrozar la Constitución. La balcanización de nuestra nación, de nuestra hermosa y fuerte y vieja nación, creadora de una de las tres grandes historias del Occidente moderno, está en marcha, mientras los mastines del terror aúllan entre los tobillos de España.
Luis María Anson es miembro de la Real Academia Española
