El acontecimiento, que no otra consideración merece, será el domingo 17 de junio en un cartel en el que formará terna con Juan Serrano Finito de Córdoba y Cayetano, lidiando reses de la ganadería de Núñez del Cuvillo.

José Tomás quiere que su reaparición, en la por unos y otros maltratada plaza de toros Monumental de Barcelona, vuelva a poner a ésta y el toreo en el centro de las miradas del planeta de los toros.

Barcelona y José Tomás vivieron un idilio durante cinco temporadas en las que a cada una de sus comparecencias respondía no sólo la afición sino un público interesado en conocer un fenómeno taurino como no se daba desde los años dorados de la Fiesta.

Los tendidos del histórico coso ya no aparecían despoblados, la plaza hervía con Tomás y, a rebufo, se creaba un ambiente taurino que la ciudad ya había olvidado. Cuando el torero, fiel a su tortuosa personalidad, esa que alimenta el misterio, decidió apartarse de su profesión, tal idilio quedó maltrecho pero nunca roto.

En estos cuatro largos y duros años de travesía del desierto y con los buitres acechando lo que se adivinaba, a la vista del silencio cuando no persecución mediática, social y política, a punto de echar empresarios y afición las tres cartas, José Tomás vuelve a tomar carne, se viste de luces y se aparece a los fieles, en un gesto torero diciendo «aquí estoy yo, dejádme sólo, que a esto le vamos a dar la vuelta».

El retorno de José El Deseado no sólo es de crucial importancia para el mundo taurino catalán. Lo es también y mucho para el devenir de una Fiesta tan universal como denostada. Al constante acoso y derribo del ínclito Jordi Portabella, del que hasta en ERC empiezan a estar hasta el gorro, que vuelve a intentar llevar al Parlament la abolición de las corridas de toros bajo subterfugios de toda índole hasta declaraciones.

Fue, la de ayer, una jornada muy movida en el mundillo taurino barcelonés, que últimamente no gana para sobresaltos. En el que las organizaciones de consumidores pretendían dia sin móviles, éstos echaron humo para convocar, con aires casi clandestinos y secretismos a voces, a una comparecencia de los nuevos responsables del negocio taurino en Barcelona, la familia García Jiménez, conocidos como Matilla. A la par, se deslizaba que habrían sorpresas.

A la hora estipulada, allí estaban los hermanos Antonio y Jorge Matilla junto a Israel Vicente, director de la empresa de comunicación de la Monumental y Salvador Boix, polifacético, músico, crítico taurino y, sobre todo, amigo de José Tomás. Boix, algo más que un apoderado al uso.

Toño Matilla, siguiendo la consigna del tipo de concurso televisivo Un, dos, tres de hasta aquí podemos leer, dijo que serán ellos quienes se encarguen de la programación de la temporada 2007 después de llegar a un acuerdo con la familia Balañá para arrendar la plaza durante ese tiempo, sin especificar el proyecto para temporadas futuras.

Avanzó las líneas generales de ésta, con reducción de festejos primando la calidad, con una divisoria entre primavera y verano, con los carteles de la primera ya rematados, que quedan de la siguiente manera: domingo 15 de abril, toros de El Ventorrillo para Julián López El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante. Domingo 22 de abril, toros de Valdefresno para El Cordobés, Rivera Ordóñez y Manuel Jesús El Cid.

Domingo 6 de mayo toros de Domingo Hernández y Garcigrande para Enrique Ponce, Morante de la Puebla y David Fandila El Fandi. Domingo 20 de mayo, toros de Castillejo de Huebra para Fermín Bohórquez, Hermoso de Mendoza y Diego Ventura. Domingo 10 de junio, toros de Juan Manuel Criado para Serafín Marín, Matías Tejela y Eduardo Gallo.

Domingo 17 de junio, toros de Núñez del Cuvillo para Finito de Córdoba, José Tomás y Cayetano rivera Ordóñez. Domingo 24 de junio, astados de Alipio Péz Tabernero para los novilleros Jiménez Caballero, López Díaz y Enrique Guillén.