Saura afirmó que la voluntad del Executiu está en que la negociación para el consorcio empiece «cuanto antes mejor» y restó importancia a las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el pasado jueves aseguró en Barcelona que esta negociación se llevará a cabo «con tranquilidad».

«Lo importante -de la visita de Zapatero- no es la palabra tranquilidad, sino la expresión de su voluntad política de que se ha de producir el traspaso», afirmó, y aseguró que el Ejecutivo catalán «ha sido y será muy firme en esta cuestión». «El aeropuerto va a tener en su gestión la participación activa y mayoritaria del Gobierno catalán, que nadie lo dude», apostilló.

Para conseguir ese objetivo, apuntó, «es necesaria una negociación bilateral» que «ha de darse cuanto antes mejor», por lo que apostó por utilizar la próxima reunión de la comisión bilateral para ello, además de para debatir la situación de la red de Cercanías de Renfe en Cataluña tras los recientes incidentes.

En cuanto a la falta de concreción del Gobierno central sobre la fecha del encuentro, Saura considera que «sería incomprensible que ante los problemas y la sensibilidad que existe hoy en esos dos puntos -aeropuerto y Cercanías- no hablaramos de ello en el espacio de la comisión bilateral» y recordó que el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, admitió que la petición de Saura era «aceptable y razonable».

En cuanto al problema de Cercanías, Saura advirtió de que en esa reunión bilateral «no se resolverá el problema», del que ya se está discutiendo con el Gobierno a través del Departament de Política Territorial, sino que ha de servir para «hacer un diagnóstico» de la situación, «concretar en qué se van a invertir los millones de euros» presupuestados ya por el Gobierno central «y empezar a hablar de la transferencia de Cercanías» a la Generalitat.