DANI CORDERO
BARCELONA.-
El aumento de temperaturas ya se deja sentir en el sector vitivinícola. De unos años a esta parte, y pese a las buenas cosechas, la vendimia ha ido avanzándose un mes y no se realiza en la considerada mejor época: meses de otoño con noches frías. Las vides vuelven a verse en terrazas ganadas al Pirineo y en las fincas tradicionales se augura una modificación de varietales para ganarle la batalla al calor. Cambio climático o no, son las consecuencias de la revolución climatológica de los últimos tiempos.
El grupo Miguel Torres todavía confía en darle la vuelta a la situación, aunque dan por hecho que «el cambio climático ya va para 100 años», según palabras de su presidente, Miguel A. Torres.La compañía invertirá diez millones de euros en los próximos años como granito de arena para luchar por la preservación del medio ambiente ante una «situación crítica» como la que se avecina.
La primera vía de trabajo será la creación de un fondo de cinco millones de euros para la plantación de árboles en un plazo de diez años, la mejor fórmula conocida para la reducción de dióxido de carbono, uno de los principales integrantes de los gases hivernadero que provocan el calentamiento global. Torres tiene intención de sufragar la mitad del coste de proyectos de reforestación de fincas que le lleguen a la casa matriz e incluso plantea dedicar parte del fondo a trabajos de investigación que estudien como reducir las emisiones de CO2 o bien que consigan almacenarlo.
El otro ámbito en el que el grupo se moverá será el del ahorro energético y el uso de energías renovables para hacer funcionar sus instalaciones. Miguel A. Torres describe gráficamente que, con la potencia de cinco molinos de vientos, la compañía estaría servida de electricidad. Esos sí, siempre y cuando éstos se encontraran situados en lugares con corrientes aéreas, un factor que no figura en las características de las fincas del grupo.
A cambio, Torres ha decidido crear una instalación de placas fotovoltaicas fijas en una superficie de alrededor de 12.000 metros cuadrados en la finca donde se encuentra su bodega de Pacs, en el Alt Penedès. Ese parque solar ofrecerá en un plazo de dos años el 11% de la energía que utiliza la bodega, pero el objetivo es elevar ese procentaje hasta el 15% del total después de invertir 4 millones de euros. Actualmente el grupo ya utiliza placas solares para calentar la mitad del agua que utiliza en la bodega.
Otra de las estrategias del grupo vinícola será la del transporte.Su presidente considera injusto que el biodiesel no reciba el mismo trato en lo que se refiere a subvenciones que el gasoil agrícola. Esa falta de apoyo de las administraciones provoca que el combustible ecológico parta con una desventaja del 40% del precio y hasta que no se resuelva esa diferencia, los 85 tractores propiedad de Torres continuarán contaminando más.
Pero sí que habrá cambios en el resto de la flota, formado por 115 vehículos comerciales. El objetivo es aprovechar el fin de los contratos de leasing para ir sustituyendo los actuales coches por otros de motores híbridos, que reducen significativamente el consumo gracias al uso de motores eléctricos de apoyo.
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