No es costumbre que el patrón afloje pasta al respetable mas allá de convenio. Como mucho dejan en la cesta de Navidad un turrón en serie y un foie de ganso recebado. Pero el otro día, en La Coruña, los 500 currelas de la inmobiliaria Fadesa, la de Manuel Jove, recibieron una pedrea de 30 millones de euros. Así. Estaban a la hora del bocata, antes de rematar la peoná, y algunos cambiaron la mortadela por el aguasal de los percebes «a la salud del capitán».Otros golpearon el cheque contra el mostrador, como hacen en verano con los pulpos. Jove dice que premia la fidelidad. Y quizá se quita un pellizco de impuestos. La plutocracia nos ha emocionado.En la Torre de Hércules ha flipado hasta el mar. /