Está en la tradición de Pla y de aquellos escritores de periódico que se desmarcaron de la infantería ligera del tópico para dar cuenta de la temperatura ambiente de su momento con tono propio.Así emprendió aquel viaje en que 2001 le llevó a remontar el Ebro siguiendo el cauce de sus 900 kilómetros. Haciendo crónica diaria de lo que duerme también en el fondo del río. Una serie que publicó en El País y que ahora reúne en libro junto a otro viaje inédito hasta ahora, el que le llevó a recorrer el litoral mediterráneo y dar cuenta de la ruta en 30 crónicas nuevas. Un conjunto, una aventura que recoge bajo el título de Ebro/Orbe y que publica, con fotografías de Juan Peiró, la editorial Tentadero.

«El eje del libro es la historia del agua. En el momento en el que inicié aquella aventura estaba comenzando el tema del trasvase, algo que seis años después no ha dado fruto, pero el problema sigue perenne. Lo que hice fue irme fijando en todo aquello que me interesaba, hablar con quien sabía de cada asunto y escribirlo», dice Espada.

No son sólo las crónicas de un caminante, sino de quien ve en los símbolos del viaje una metáfora de su tiempo: el agua o la ordenación territorial española junto a aspectos más inmediatos y mundanos como el sexo, el comportamiento de las ciudades contemporáneas, las putas... «El viaje es un concepto inseparable de nuestro oficio. Da igual hacer kilómetros que navegar por internet. Creo que la literatura moderna de viajes es eso: mirar, observar, deducir, descifrar unas claves que son cada vez más confusas y complejas», sostiene.

A la experiencia iniciática e interior de remontar el Ebro, con su hatillo de lecturas e historias, de leyenda y arqueología, de atavismo y símbolo, Arcadi Espada quiso unir, como por una tubería virtual, aquel otro escenario del litoral mediterráneo, esa otra España ruidosa, exagerada, folclórica, capaz de suicidarse tirándose al paso de una procesión o de armar un jaleo atómico con un rugir de pólvora en las fiestas de guardar.

«En ese contraste de los dos viajes hay una simetría negativa que me interesa. Las cosas son muy distintas en el litoral y en la tierra adentro. Y eso se aprecia también en la prosa. El discurso del Ebro es más lírico. Y el del Mediterráneo, más crítico y severo», subraya el actual columnista de EL MUNDO.

En la aventura de gastar suela, el escritor se encuentra los mimbres del relato de la actualidad, armándose solo. La destrucción del entorno, la presencia aterradora y hortera de Marina d'Or, el nacionalismo, el salvavidas flamenco en las noches mineras de La Unión, la agonía de Portman con su desastre ecológico dentro...«Muchas veces uno da con piedras en el camino que no se deben esquivar, sino enfrentarse a ellas, hacerlas parte de la experiencia y de su sentido, de la historia que uno quiere contar».

Arcadi Espada, a la manera de Pla, entiende el viaje como una aventura honda que va más allá del tránsito, del desplazamiento.Es un modo de entender, de despresurizar una realidad encerrada en el tópico, con la memoria en ocasiones ya perdida. Y la literatura, y el periodismo, o el cruce necesario de las dos orillas, viene exactamente a darle actualidad, a alumbrar.