JOSÉ LUIS GONZALEZ
España avanza al ritmo esperado en Birmingham. Las medallas de Concha Montaner y Jesús España ayudan a la selección en la recolecta, que hoy debería tener el golpe final gracias al 1.500 y al 800.Los ocho metales se antojan posibles. Los dos premios de ayer dejan sensaciones bien distintas. La plata del salto satisface a los que miran con esperanza a la atleta valenciana. Concha ha progresado en el último año, se ha adaptado rápidamente a su nuevo entrenador y ha demostrado madurez cuando la gloria está en juego. Ayer estuvo firme y agresiva enfrente de las medallas.Su oro era la plata, porque el máximo metal estaba realmente complicado. Antes, un par de nulos, una mañana de mente distraída o elementos exteriores la afectaban en la competición. Ahora, mira desafiante y su técnica ha progresado. Es constante, su plata fue muy merecida y la empuja en su carrera futura.
La duda queda colgada en el dorsal de Jesús España, favorito de bronce. Su previsible oro menguó en una prueba donde no estuvo seguro. Osciló por posiciones más adelantadas de las que prefiere y, fuera de ritmo, pagó el ataque del italiano Caliandro, sin posibilidades de romper en los últimos metros, su especialidad.No se repuso ya, exhibiendo la debilidad que apuntó en la semifinal.Tendrá que superar esta decepción con inteligencia. La tercera plaza suma, pero la ausencia del oro mermará el peso de España en el medallero.
El sábado también dejó un fiasco en Ruth Beitia y un guiño de ilusión en la figura del joven Alberto Marco en 800. Nuestro atletismo requiere con urgencia rostros frescos como el suyo.
|