MADRID.-
Felipe González dijo ayer que le han dolido mucho unas afirmaciones del secretario general del PP, Angel Acebes, quien ha dicho que si el Gobierno de José María Aznar hubiera «cedido» al chantaje de ETA ahora estaría vivo el concejal del Partido Popular Miguel Angel Blanco y otras muchas víctimas. «Él sabe, casi mejor que nadie, que no dice la verdad», aseguró.
Para justificar sus palabras, González desveló ayer que cuando Miguel Angel Blanco se encontraba secuestrado por los etarras «hubo una misión a una cárcel francesa para hablar con un dirigente de ETA». El objetivo de esa visita era realizar una «una gestión humanitaria» para lograr la liberación de ese concejal popular.
«¿Explicaron en algún momento que era una gestión humanitaria? Si eso es verdad, lo intentaron; si no es verdad, tendrían que explicarlo», aseguró.
Tras expresar su apoyo al actual Gobierno por su decisión sobre el etarra José Ignacio de Juana Chaos -«Yo hubiera hecho lo mismo que Zapatero y cualquier gobierno de la democracia, a excepción del Ejecutivo del 2000/2004, hubiera actuado de igual forma», afirmó-, González indicó que la diferencia entre lo que ocurría en épocas anteriores y en la actualidad «está en que ninguna oposición en la democracia hubiera agitado de manera irresponsable un sentimiento de la opinión pública para intentar derribar al gobierno».
Felipe González asistió a la clausura del Foro de las Ciudades, un encuentro de localidades españolas e iberoamericanas que se celebró en Fuenlabrada (Madrid).
Allí dijo que «los políticos tienen que medir lo que hacen, sabiendo cuáles van a ser los pasos siguientes». Recordó que, cuando él estuvo al frente del Gobierno, vivió momentos tan duros como los actuales debido a «una grandísima irresponsabilidad por parte de los dirigentes de la oposición que crispan a la sociedad, aunque espero que los ciudadanos no se dejen ahora arrastrar por esto».
Recordó, asimismo, que cuando José María Aznar llegó al Gobierno «se encargó de excarcelar a algunos etarras con delitos de sangre, sin que al Partido Socialista se le ocurriera poner esta decisión en tela de juicio, incluso en el caso de un etarra que después volvió a cometer delitos de sangre».
El ex presidente mostró su deseo de que, en la actual situación política, la ciudadanía «no se deje arrastrar por la crispación que el PP está creando».
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