-. -
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Nueva economia
Crónica
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
-
 ESPAÑA
«Mafia calabresa» en el seno del PNV de Guipúzcoa
Temor a que las tensiones internas de los nacionalistas terminen afectando a su resultado en las elecciones de mayo
MARCOS IRIARTE

BILBAO.- La tormenta política en la que se ha visto envuelto el PNV durante las dos últimas semanas parece empezar a amainar tras la retirada de la candidatura de Jon Jauregi a diputado general de Guipúzcoa. Sin embargo, los movimientos internos de estos días, descritos ayer por el presidente de la ejecutiva alavesa del partido, Iñaki Gerenabarrena, como propios de la «mafia calabresa», han sacado a la luz los retos a los que se enfrenta la corriente mayoritaria del PNV en Guipúzcoa, liderada por Joseba Egibar, apenas tres meses antes de unos comicios municipales y forales en los que un mal resultado electoral podría restarle enteros a la hora de afrontar la próxima pugna por el poder en el partido.

Publicidad
El primero de los retos de Joseba Egibar antes de la cita con las urnas del 27 de mayo es el de limar las asperezas internas que han surgido en el partido y cohesionar a la militancia en torno a su nueva propuesta de candidatura, la de Markel Olano, que todavía deberá ser debatida por las organizaciones municipales del PNV a doble vuelta, para posteriormente ser confirmada en la Asamblea Regional que celebrará el 17 de marzo.

Aunque la corriente que encabeza Egibar es mayoritaria en Guipúzcoa, las aguas internas bajan revueltas tras la polémica que ha envuelto la candidatura de Jauregi, a quien se ha acusado de irregularidades en su situación patrimonial y fiscal y quien finalmente ha optado por retirarse pese a insistir en su inocencia y haber obtenido el respaldo público de la Asamblea Nacional del PNV.

El presidente del Araba Buru Batzar (ABB), Iñaki Gerenabarrena, llegó a decir ayer que Jauregi ha sido víctima de un trato «de auténtica mafia calabresa» y denunció el «acoso político y personal» al que se ha visto sometido dentro del propio partido. También Iñigo Urkullu, presidente del BBB y portavoz de la Ejecutiva del PNV, mostró ayer su respaldo a Jauregi y reiteró la confianza de la dirección en su persona.

Obtener un buen resultado electoral en los comicios de mayo es básico para Egibar si quiere volver a postularse como posible presidente del PNV frente a Josu Jon Imaz en la contienda interna que tendrá lugar a principios de 2008. Pero asegurar la cohesión de su militancia no es hoy su única preocupación.

El papel 'abertzale'

La ruptura de la coalición con Eusko Alkartasuna, que concurrirá en solitario a las elecciones y que tiene un profundo arraigo electoral en Guipúzcoa, podría perjudicar a los intereses del PNV en este territorio. En las pasadas elecciones de 2003, la coalición PNV-EA obtuvo en Guipúzcoa 27 diputados en las Juntas Generales y 537 concejales.

Los resultados electorales de la coalición se dispararon en 2003 en comparación con los comicios de 1999, en los que la suma de sus militancias apenas obtuvo 19 junteros, gracias en parte a la desaparición de Batasuna del panorama electoral.

Hoy, a poco más de dos meses de la cita con las urnas, la posible reaparición de una lista de la izquierda abertzale -tal y como sucediera en las elecciones vascas con el Partido Comunista de las Tierras Vascas- sigue en el aire y, de regresar a la liza ésta podría recuperar parte de su histórico peso en territorio guipuzcoano: en 1999, la última vez que Herri Batasuna tuvo una papeleta legal en las elecciones, obtuvo 14 diputados en las Juntas Generales de Guipúzcoa, sólo cinco menos que la coalición PNV-EA y cuatro más que el PSE.

Para hacer frente al hipotético regreso de la izquierda abertzale a las elecciones, otras formaciones vascas como Ezker Batua y Aralar han optado por aunar fuerzas y concurrir de manera conjunta; precisamente la estrategia opuesta a la de PNV y EA.

En este complejo escenario electoral, un buen resultado para el PNV en Guipúzcoa podría hacer que Joseba Egibar ganara terreno ante su rival político en el partido, Josu Jon Imaz, quien ya le desbancó en 2003 como sucesor de Xabier Arzalluz al frente del Euskadi Buru Batzar. Sin embargo, un mal resultado electoral podría terminar con sus aspiraciones, avaladas por Arzalluz, de hacerse con el control de Sabin Etxea.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad