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ESPAÑA
 
CRISIS ANTITERRORISTA / Pide a los socialistas que estén tranquilos, «porque el PP tampoco embaucará esta vez a los ciudadanos» / Los dirigentes del PSOE y Felipe González le respaldan, aunque les preocupe el coste electoral
Zapatero: 'No es miedo ni debilidad; es por el valor supremo de la vida'
El presidente admite que De Juana «mató a 25 personas, no conoció la piedad ni el arrepentimiento y seguramente no comprenderá» la decisión del Gobierno / Acusa al PP de «sólo hacer oposición con el terrorismo»
MANUEL SANCHEZ

MADRID.- Cuarenta y ocho horas después de haber adoptado la decisión más difícil y más polémica de esta legislatura, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó ayer las razones que le han llevado a conceder la prisión atenuada al etarra José Ignacio de Juana Chaos.

Lo hizo ante su partido, durante el discurso que abrió el Comité Federal del PSOE, y recibió de las filas socialistas un largo aplauso y un apoyo incondicional. Incluido el del ex presidente Felipe González que, aunque no asistió a la reunión, a la misma hora en que se celebraba declaró que, de haber estado al frente del Gobierno, él hubiera adoptado en este caso la misma decisión que la acordada por José Luis Rodríguez Zapatero.

Los argumentos que esbozó Rodríguez Zapatero ayer, ante el Comité Federal del PSOE -apenas dedicó dos minutos a explicar los motivos-, se pueden resumir en tres: primero, dijo que es una decisión desde la ley y desde el sentido de la responsabilidad; segundo, reconoció que lo ha hecho para evitar la muerte del etarra, pero negó que su fallecimiento fuese una amenaza o que se haya quebrado la voluntad del Estado de Derecho; y, en tercer lugar, Zapatero acudió a los principios que defiende y dijo que su apuesta es creer en «el valor supremo de la vida» y en que no haya más muertos por terrorismo.

Eso sí, no hubo en su intervención ni una sola referencia al coste electoral y social que esta decisión puede suponerle al PSOE, algo que sí preocupa en las filas socialistas, donde algunos dirigentes creen que es una postura altamente impopular y que puede tener más desgaste incluso que el polémico Estatuto de Cataluña.

Pero, ante el máximo órgano entre congresos del PSOE, Zapatero negó que haya adoptado esta decisión desde «la debilidad» o «el miedo» y, por el contrario, volvió a apelar «al valor» y a «la responsabilidad» que, en su opinión, entraña este acuerdo.

El aplauso estalló entre las filas socialistas, algo no muy habitual en estos encuentros, y fue largo y caluroso, aunque Rodríguez Zapatero siguió fiel a su costumbre de mandarlo parar. Y, dadas las escuetas explicaciones, esta vez no pasó por alto la actitud del PP y, aunque aseguró que en la crispación no le van a encontrar, no ahorró duras críticas a la actitud de sus adversarios políticos.

«Patrañas del PP»

Así, aseguró que la reacción que ha tenido el PP ante esta decisión era de esperar, «graves descalificaciones, insultos y mentiras», dijo, y reprochó al partido de Rajoy «haber roto algo tan preciado como es actuar con responsabilidad y con la verdad en la lucha contra el terrorismo».

Por ello, recordó que «los mismos que hoy nos insultan son los que concedieron todo tipo de permisos y beneficios penitenciarios a los presos de ETA», y acusó al PP de hacer oposición sólo con el terrorismo, el de ETA o el de los atentados del 11-M.

José Luis Rodríguez Zapatero comparó la actitud de los dos partidos y acusó al PP de actuar ante el juicio del 11-M «fabulando confabulaciones y patrañas»; de comportarse en el caso de De Juana Chaos «reclamando lo contrario de lo que hacía cuando gobernaba»; y de usar ambos asuntos «colocando el terrorismo al servicio de sus intereses estrechos de partido e intentando emponzoñar la convivencia con sus mentiras».

Sin embargo, concluyó que otra vez se volverá a equivocar: «No lo dudéis, esta vez tampoco conseguirán embaucar a los ciudadanos ni alcanzar sus fines. Se les ve venir de lejos, se les nota demasiado el rencor y la desesperación», indicó.

Apenas hubo más debate. Sólo tres miembros del Comité Federal tomaron la palabra, en una reunión que era de carácter extraordinario y en la que se abrió un turno de intervenciones de manera excepcional.Fue el secretario general del PSE quien fijó posiciones. Patxi López respaldó la decisión con tres frases contundentes: «Desde la Constitución no se puede hacer apología de la venganza y la muerte»; «la derecha es la que quiere convertir a De Juana en un héroe y un mártir» y «había que evitar el estallido de violencia en el País Vasco».

Todos los secretarios generales del PSOE, a nivel territorial, respaldaron y suscribieron sus palabras, sumándose a ellas. El cierre de filas ayer entre los dirigentes socialistas fue total, aunque la preocupación por el clima social y las repercusiones electorales está latente entre todos los dirigentes socialistas.

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