Rafael Bernardo García Cañero fue encontrado muerto en su casa el día 14 de diciembre por la mujer que acudía a limpiar la casa.Estaba tendido en la cama, sin ropa y con la pernera de un pantalón de pijama anudado en el cuello.

No había signos de lucha y el cadáver tampoco presentaba signos de violencia ni señales de haber opuesto resistencia durante una posible lucha. También se descartó un robo, pues los familiares de la víctima sólo echaron de menos un par de tarjetas de crédito y el móvil del fallecido.

El grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial investigó sin éxito. Las escasas pistas dificultaban el esclarecimiento del suceso. Por fin, los policías hallaron una conexión entre una mujer, camarera de un bar, y el fallecido. Había estado utilizando el teléfono móvil, propiedad de Rafael Bernardo García, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La pasada semana, los agentes interrogaron a la sospechosa. Manifestó que quien le había regalado el teléfono era su novio, Rafael T.A., a quien también se le tomó declaración, para que aclarase cómo había llegado a su poder el citado aparato. Aunque en un principio negó toda relación con el fallecido y ser responsable del homicidio, terminó por confesar haber sido el único autor de la muerte de Rafael Bernardo García ante las pruebas que le mostraron los investigadores. Rafael T.A., de 21 años y nacido en Portugal, ya ha pasado a sisposición judicial.

Por otra parte, un joven latinoamericano de 15 años fue apuñalado en la madrugada de ayer en Ciudad Lineal tras una revuelta en la calle Vázquez de Mella, 1. Según Europa Press, varios jóvenes se pelearon

Además, un hombre de 32 años y rasgos orientales fue hospitalizado grave el viernes por la noche en el hospital Clínico tras sufrir cinco heridas por arma blanca junto al número 66 de la calle de Alejandro Sánchez, en el distrito de Carabanchel, informa Efe. Tres de las heridas eran superficiales, mientras que las dos restantes eran penetrantes.