WASHINGTON.-
El presidente estadounidense, George W. Bush, se declaró ayer «profundamente preocupado» por el deficiente trato recibido por los veteranos de Irak y Afaganistán en un prestigioso centro médico de Washington. Hace dos semanas el diario The Washington Post denunció el mal estado de algunas dependencias del Walter Reed, en las afueras de la capital, donde se recuperan cientos de soldados heridos.
Además de la agónica burocracia en el centro, el periódico revelaba, con imágenes incluidas, que el hospital estaba infestado de moho, ratas y cucarachas, informa Efe.
«Estos hombres y mujeres merecen el agradecimiento del país por el servicio prestado y merecen el mejor cuidado que la nación les pueda proporcionar», señaló el presidente en su discurso, según la BBC.
Y dijo que la mayoría del personal en el centro cuidó a las tropas día y noche, pero que algunos veteranos experimentaron problemas con la burocracia y las condiciones del centro. «Esto es inaceptable para mí, inaceptable para el país y no va a continuar», dijo, anunciando que creará una comisión para revisar los cuidados médicos de los soldados heridos.
Golpe al presidente
El titular de Defensa, Robert Gates, aceptó el viernes la renuncia de su secretario del Ejército, Francis Harvey, después de obligar a dimitir al general al mando del centro clínico, George Weightman, cuyo cargo será asumido por otro general, Eric Shoomaker.
En una declaración realizada desde el Pentágono, el titular de Defensa señaló que estaba «decepcionado por el hecho de que algunos en el Ejército no hayan percibido la seriedad de la situación».
Por su parte, el Pentágono también abrió una investigación para conocer cómo pudo llegar la situación a un extremo semejante.El informe del Washington Post representa un serio golpe para Bush, quien ha reiterado que los soldados en Irak y Afganistán tendrán siempre todo lo que necesiten, y ha advertido al Congreso de cualquier intento de recortar fondos para la guerra.
|