Según informa la agencia France Presse, funcionarios norteamericanos han realizado un llamamiento a la calma, incidiendo en que la medida no implica el inicio de una carrera armamentista, en un momento de crispación internacional por el asunto nuclear.

Las mismas fuentes han señalado que este arma de destrucción masiva no incrementará el arsenal nuclear estadounidense, ya que remplazará a otras ya existentes.

Sin embargo, muchas han sido las voces que se han alzado en señal de crítica, apuntando que esta renovación envía una señal errónea cuando Washington está pugnando por poner fin al programa nuclear de Irán y Corea del Norte.

El nuevo diseño de la cadena nuclear fue desarrollado en un laboratorio de California, según precisa la BBC, y se basó en una cabeza nuclear que ya había sido probada en la década de 1980.

El Congreso de EEUU aceptó el proyecto del Gobierno sobre la base de que no se realizarían nuevas pruebas nucleares.

Las nuevas cabezas nucleares estarán operativas en cinco años y sustituirán a las más viejas.