SEUL.-
Seúl reaccionó ayer con consternación a las palabras del primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien dudó de que el Ejército nipón usase a mujeres extranjeras, entre ellas coreanas, como esclavas sexuales durante la II Guerra Mundial.
«El comentario del primer ministro Abe realizado el día 1 [de marzo], en el que niega que los militares nipones forzasen a mujeres, encubre la verdad histórica y nuestro Gobierno lo lamenta de forma enérgica», señaló en un comunicado el Ministerio de Exteriores surcoreano, informó la agencia local Yonhap. De acuerdo con esa nota, las palabras de Abe «nos hacen dudar de la sinceridad» de las disculpas reclamadas por el Gobierno japonés por el pasado de ese país en la guerra.
Según han divulgado varios medios japoneses, Abe dijo el jueves, sobre las llamadas esclavas sexuales, que «no hay pruebas de que fuese por la fuerza», palabras que han creado malestar en Corea del Sur, de donde procedían muchas de esas mujeres.
Testimonios de víctimas, historiadores y ex militares nipones aseguran que muchas mujeres de los países ocupados fueron raptadas y después forzadas en burdeles militares, hasta el final de la II Guerra Mundial (1939-45). Varias organizaciones no gubernamentales calculan que hasta 200.000 mujeres fueron obligadas a prostituirse, informa Efe.
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