VIRGINIA LOPEZ / Especial para EL MUNDO
LISBOA.-
La Unión de Resistentes Antifascistas se congregó ayer en Santa Comba Dao, Viseu, tierra natal del dictador portugués António Oliveira Salazar, para expresar su descontento con la iniciativa municipal para crear el Museo del Estado Nuevo, periodo como se conoce a las casi cuatro décadas de dictadura salazarista.Tras la recogida de firmas, los resistentes antifascistas presentaron un documento que enviarán al presidente del Parlamento luso para pedirle que paralice el proyecto, que califican como una «hipótesis absurda e inadmisible».
Se oponen firmemente a la creación del museo, porque entienden que se dedicaría a la «propaganda del régimen fascista de Salazar», lo que para ellos sería una «afrenta a los portugueses que se identifican con la democracia y con su acto fundador, el 25 de abril de 1974».
En Santa Comba Dao, los antifascistas fueron recibidos por centenares de vecinos que corearon vivas a Salazar y repartieron panfletos anónimos en los que se decía de él que fue «el mayor patriota de Portugal» y que, con su muerte, «la nación portuguesa se empequeñeció en sus valores humanos».
El año pasado, el Ayuntamiento de Santa Comba Dao recibió en herencia un tercio de los bienes inmuebles de la familia Salazar.A partir de este momento, la Alcaldía, dirigida por el conservador Partido Socialdemócrata (PSD), inició las negociaciones con otro heredero para obtener los dos tercios restantes que permitirían la construcción del museo. El alcalde Joao Lourenço defiende la iniciativa, diciendo que se trata de «reponer la Historia en su debido lugar, así como de aumentar el turismo en la localidad».
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