En apenas cinco días, tres niños prematuros han fallecido en el Hospital 12 de Octubre de Madrid a causa de una bacteria de carácter hospitalario, la kebsiella pneumoniae, y uno más se encuentra ingresado con carácter grave. Aunque es bien conocido que los niños que nacen antes de las 40 semanas de gestación presentan un organismo más débil y con menos defensas, también es cierto que la tasa de mortalidad que el centro madrileño ha presentado en esta semana sobrepasa todas las estadísticas. El hospital asegura que, desde el mismo día en el que se confirmó la causa del fallecimiento del primer niño, se pusieron en marcha los protocolos de especial protección, con mayores medidas higiénico-sanitarias y restricción de visitas. La inquietud que surge de inmediato es si esas medidas no deberían tomarse incluso antes, desde la muerte de un primer bebé, evitando los posibles contagios.