Con las brasas de la excarcelación de De Juana muy vivas, llega un nuevo órdago de Otegi, lo que demuestra que el entorno de ETA está más crecido que nunca. Actuando como si fuera una organización legal más, arropada por miles de simpatizantes en un pabellón deportivo de Pamplona, Batasuna, disfrazada como izquierda abertzale, dio a conocer ayer las condiciones que le pone a Zapatero para solucionar el «conflicto». Reclama la unión, en una autonomía conjunta, del País Vasco y Navarra, y el derecho a poder independizarse de España. «Sin Navarra no queremos nada», llegó a decir Otegi.También se exigió al Gobierno que derogue la Ley de Partidos para que Batasuna pueda concurrir a las elecciones municipales.
Como se ve, Batasuna no se ha movido un ápice de sus posiciones.Estamos como antes de la excarcelación del sanguinario De Juana: en propuestas de máximos. Pese a las expectativas que se habían generado en el sentido de que del acto de ayer saliera alguna declaración que supusiera un balón de oxígeno para Zapatero, ésta no se produjo. Ni condena de la violencia, ni petición a ETA para que tenga en cuenta los gestos del Gobierno, ni rebaja de las pretensiones políticas. Todo lo contrario: «el objetivo final es», como dijo Otegi, «conseguir un estado vasco, socialista y euskaldún». Batasuna sale cantando victoria y redobla su pulso al Estado. Veremos si Zapatero es reincidente en el error. De momento ha cedido a cambio de nada.
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