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 CULTURA
«La compasión es más natural que el egoísmo en los humanos»
El actor Robin Williams, uno de los mejor pagados de Hollywood, rinde homenaje a la radio en la película 'Voces de la noche'
QUICO ALSEDO

MADRID.- Es, desde hace dos décadas, una de las estrellas mejor pagadas de Hollywood, pero a) aún vive en la misma casa, en San Francisco, que habitaba hace 40 años; b) se hace cada día del orden de 30 kilómetros en bicicleta, a veces acompañado por Lance Armstrong; y c) no acostumbra -a veces con sabio criterio- a ver sus propias películas: «Bueno, alguna veo en el estreno...¡Pero a mí lo que me gusta es trabajar!», dice con su tranquila voz nasal el caricato.

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Robin Williams vuelve a la radio que tan buenos resultados le dio en Good morning Vietnam, su definitivo lanzamiento a la fama: en su última película, el drama con ribetes de thriller (o al revés) Voces en la noche, encarna a un locutor gay obsesionado con las llamadas de un oyente menor de edad del que supuestamente alguien abusa. Hay truco, pero si lo contamos, destripamos el filme.

«La radio siempre ha sido algo muy importante en mi vida: de crío estaba el sonido Motown, luego el teatro radiado, que me encantaba, y ahora tenemos la radio pública, que es uno de los pocos espacios de pensamiento, para la mente, entre tanta basura por todas partes», dice Williams, cuyas respuestas destilan a menudo el liberalismo (en la acepción anglosajona) que se le supone a la ciudad de San Francisco, cuna izquierdista (esta vez en la acepción anglosajona).

Con el paso de los años, Williams se ha construido un prestigio de actor todoterreno en lo que en Hollywood se define como escuela Tom Hanks: partir de la comedia para desembarcar en el drama, barriendo mientras géneros como la acción, el thriller y lo que caiga. Un actor para toda la familia, en fin. ¿Qué tiene él que no tengan otros (para conseguir no ser encasillado)? «Suerte.Me ofrecen muchos papeles. Al director de Voces en la noche lo conozco desde hace 25 años... Y luego el papel me gustaba: la compasión, alguien que quiere hacer lo correcto...».

Por supuesto, comedia y drama son como papá y mamá a la hora de elegir: no hay favorito: «No podría elegir... Para mí, la comedia es más exigente porque necesitas mucha concentración y, al no haber determinada carga psicológica, el papel es más difícil de componer... Pero este trabajo consiste sobre todo en ser flexible».

De Voces en la noche se lleva Robin Williams «que la capacidad de compasión es algo fundamental en el ser humano, más natural incluso que el egoísmo, cuando ayudas te das cuenta de que ésa es la auténtica naturaleza de la persona. Y a quien ayuda le ves como un loco, te preguntas cómo será posible... Pero cuando estás dentro, no puedes abandonar».

El silencio es, como en la radio, uno de los grandes ingredientes de la película. Pero, ¿de verdad se cree alguien que el auténtico Robin Williams es capaz de estarse callado un rato? «Mmmm...[se queda unos segundos silente, como aposta] Ahí te equivocas, en un grupo de gente no suelo ser el que habla todo el rato.Creo que la capacidad de escuchar es uno de las grandes poderes del ser humano».

Aprovechando la coyuntura, colamos de rondón un tema ineludible (desde la perspectiva morbosa). Robin Williams dejó de beber hace 20 años, poco antes de que a su colega John Belushi se lo llevaran las drogas al otro barrio, pero hace meses se hacía público que estaba de nuevo en desintoxicación. El pobre Williams lo estaba consiguiendo mantener en secreto... Hasta que detuvieron a Mel Gibson conduciendo completamente borracho, y le fueron a internar en la misma clínica en que estaba él.

«La táctica es aceptar el problema, no huir de él», dice, un tanto cansino. «No pensaba decir nada ni hacerlo público, pero lo de Mel me obligó... Sólo solucionas un problema enfrentándolo.Ahora llevo seis meses completamente sobrio».

Y, como viene siendo habitual casi con cada artista estadounidense en los últimos tiempos, es mencionarle el nombre de George Bush y escuchar una letanía de lamentos, cabreos y esperanzas, de lo que se puede salvar que «hay que buscar un cambio de régimen, alguien que nos saque de toda esta deshonestidad».

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