ATLÉTICO 0

NUEVO COLOMBINO. 20.000 ESPECTADORES.

López Vallejo Merino Mario Arzo Bautista Juanma Jesús Vázquez Barber Cazorla Uche Sinama Cambios: J. Guerrero por Sinama (min. 33)

Aitor por Juanma (min. 55) Viqueira por Barber (min. 67) .

Leo Franco Seitaridis Zé Castro Perea Pernía Costinha Maniche Jurado Antonio López Agüero Torres Cambios: Gabi por Perea (min. 46)

Mista por Pernía (min. 60) Valera por Seitaridis (min. 77) .

Arbitro: Ayza Gámez

Tarjetas amarillas: Zé Castro, Jesús Vázquez, Gabi.

Tarjetas rojas: Costinha (min. 92).

Goles: 1-0: Sinama (p) (min. 8).

En el minuto 13 de partido, el Recreativo ya había tirado dos penaltis. Para desgracia suya, el segundo lo mandó Sinama a la grada. Fueron dos acciones penosas de los defensas del Atlético, especialmente la segunda, cuando Seitaridis arrolló sin contemplaciones a Uche, estando el delantero a punto de perder la pelota en la línea de fondo y de espaldas a la portería. Un fallo impropio de un futbolista profesional, torpe como pocas veces el griego.Menos mal, para él y para su equipo, que el delantero francés del Recre quiso lanzar al mismo sitio que la primera pena máxima y se le marchó.

Ahí habría muerto un partido que luego desnudó, en la primera parte, algunas miserias de un grupo, el Atlético, incapaz de dar la talla cuando la historia lo llama. Tuvo el balón casi en exclusiva durante media hora, pero no generó ni una opción clara en esa primera parte. Si acaso, un disparo de Jurado desde la frontal. Lo demás es una historia vista y contada. El Recreativo se limitó a demostrar que es uno de los mejores grupos si de táctica se habla.

Impecable en la colocación, cerró todas las vías de pase que intentaban Costinha y Maniche, negados en el empeño. Mucho más claro lo tenía Cazorla, un futbolista al que el Recre se le queda pequeño. De sus botas salían los contragolpes con los que los locales mantuvieron asustado a su rival durante todo el choque.Sin embargo, a la vuelta de los vestuarios fue creciendo el Atlético y menguando el Recreativo. Sin nada especial que recordar, el grupo de Aguirre estableció un perímetro de seguridad del que apenas salieron los locales. A ello contribuyó el cambio de Gabi por Perea, que le dio superioridad en el centro del campo. Llegaron las ocasiones -dos de Agüero, otra de Torres, un tiro de Jurado-, pero entre rebotes y falta de puntería -y de calidad-, los muchachos de Aguirre se fueron consumiendo hasta apagarse en un fuego extinguido en el larguero de López Vallejo cuando Torres estrelló allí una chilena dentro del área pequeña.

Ese remate acrecentó la sensación de injusticia para el Atlético, que a pesar del resultado mereció, al menos, empatar. No lo hizo y queda condenado al sexto lugar, empatado con su rival de ayer, un equipo con muy buena pinta que puede pasar de jugar en Segunda División a estar el año que viene en Europa. Sólo la inocencia demostrada al final puede dejarle fuera de la lucha.