AMADEU GARCIA
BARCELONA.-
Una de cal y una de arena. Los aficionados del Barça no acaban de saber qué es lo que va a tocar de domingo a domingo.De los tres goles al Athletic y de la remontada ante el Zaragoza en la Copa se ha pasado a caer ante el Sevilla. En el Sánchez Pizjuán se perdió el partido y el liderato. El sábado, un Madrid también en horas bajas visita el Camp Nou, pero antes, tanto los dos eternos rivales como el Valencia, renacido de sus cenizas, se enfrentarán a pruebas tan dispares como trascendentales en la Champions. El conjunto de Juande Ramos, aupado de nuevo al primer puesto de la tabla, se medirá al Shaktar Donetsk en la UEFA, mientras Espanyol, Osasuna y Celta se enfrentan al Maccabi Haifa, el Glasgow Rangers y el Werder Bremen, respectivamente.Las alegrías y sinsabores de unos y otros pasarán esta semana por el tamiz europeo.
Segunda oportunidad
El Barça de Rijkaard pudo dar todo un golpe de efecto a la Liga en el Sánchez Pizjuán.Empezó ganando, marró un penalti y acabó viendo cómo el Sevilla le remontaba el partido con sólo 10 jugadores. A los azulgrana se les da mal jugar fuera de casa esta temporada. Sus estadísticas como visitante rozan el sonrojo. En Liverpool, la segunda oportunidad para dar lustre a su intermitente brillo, otro tropiezo será aún más caro. Ante el histórico europeo, ahora en manos estadounidenses, no hay margen de error. Tal vez, por eso Laporta explicaba este fin de semana en una entrevista concedida a Der Spiegel que su proyecto apostará ahora por acercarse al amigo americano. Una actitud que incluirá tanto a las universidades como a los equipos de la Major League Soccer y que el dirigente casi resume con una chocante declaración de intenciones: «Si los extraterrestres llegaran al planeta, las primeras cosas que quisiera que conocieran serían la Coca-Cola, Disney y el Barça».
Alegría sevillista
Rozó la tragedia en un esperpéntico derbi con el Betis en la Copa para acabar recogiendo las mieles de la victoria y el liderato este fin de semana. Le quedará dirimir con los verdiblancos los 30 minutos que faltan de su partido en los cuartos de final del torneo del KO nacional, pero todo parece indicar que no tendrá problemas para seguir adelante.El enorme momento de Palop, la puntería de Kerzhakov, la entrega de Alves y el pundonor ante la adversidad le permitieron firmar un giro inesperado ante los azulgrana y encumbrarse en la clasificación.
La tabla se comprime
El premio gordo de la Champions está tan cerca de la pedrea de la UEFA que, mientras unos nadan entre dos aguas, otros, como el Espanyol, incapaz de ganar ayer a un Villarreal todavía desconocido en un partido insulso, suspiran inútilmente por encaramarse a sus barbas y quitarles lo que para ellos puede parecer ahora un mero premio de consolación ante el Olimpo europeo. Veremos si siguen pensando así al final de la temporada. Y detrás, únicamente cinco puntos separan el penúltimo puesto de la teóricamente más cómoda décimotercera posición.El Athletic sigue en caída libre a costa de un Nàstic que salió del farolilllo rojo en San Mamés gracias también al enésimo tropiezo de la Real Sociedad. Los donostiarras tienen la soga tan atada al cuello que la caída de la trampilla de la Segunda División parece ya sólo cuestión de tiempo.
El ave Fénix vive en Valencia
Al principio de la campaña, muchos situaban al equipo de Quique Sánchez Flores como uno de los más serios aspirantes a la Liga. Una auténtica plaga de graves lesiones diezmó su plantilla y el Valencia se descolgó de los puestos de cabeza. Una travesía por el desierto que ha sido sólo el preámbulo del renacimiento desde unas cenizas que nunca dejaron de arder del todo. Ahora, vuelve a estar en plenas condiciones de pelear por el título, con un Cañizares que muestra otra vez en la portería la solvencia que se le supone a todo un triple vencedor del Zamora. Hace una semana, ante el Inter, intratable en Italia, se llevaron un 2-2 de San Siro que dejaba la eliminatoria en franquicia, para dejarse después dos puntos en el último minuto ante el Nàstic sin el de Puertollano bajo los palos. El sábado, uno de sus ex equipos, el Celta, sufrió sus paradas y la afinada puntería de otro clásico, Morientes para bajar un peldaño más en la clasificación.
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